Extremadura no importa, importa Madrid

Empieza en Extremadura un nuevo ciclo de elecciones autonómicas y el Madrid mediático está muy atento. No es que tengan ningún interés en los gobiernos de provincias, claro, sino que lo ven sólo como los Globos de Oro: la antesala de los Oscar, que es la gala verdaderamente importante, o sea los comicios para asaltar la Moncloa. De momento la candidata del PP María Guardiola es la ungida en las encuestas, pero no logra la mayoría absoluta, así que se ha desatado el típico cruce de declaraciones y contradeclaraciones sobre posibles alianzas expresadas en términos suficientemente ambiguos para que al día siguiente de pasar por las urnas puedan ser deglutidas con patatas y se procede. Lo que más sorprende, o no, es que dependiendo de las cabeceras uno encuentra mensajes contradictorios. La Razón, por ejemplo, entrevista a la líder popular y le quita el titular "En los pactos no pongo cordones sanitarios a nadie". Pero elAbc también habla con Guardiola, y en cambio lo que extrae sugiere lo contrario. En concreto, dice que se afianza en su postura: "Ya me negué a que entrara en el gobierno". El País, claro, explota la necesidad de estos escaños que presumiblemente le harán falta ("Feijóo mujer por hecho que necesitará a Vox en Extremadura") y es interesante cómo introduce el nombre del líder estatal del partido. Hay que decir que, desde las filas de Vox, también se realizan los estupendos. En entrevista al medio Hoy, el candidato de los ultras, Óscar Fernández Calle, asegura, ufano: "No habrá acuerdo con Guardiola sólo para que siga cobrando el sueldo de presidenta".

Este domingo terminará esta fase de sombras chinas y será el momento de concretar pactos y, sobre todo, de ver si los varones del PP tienen margen de maniobra o se pliegan a los designios de los mandarines de Génova. Ésta es la batalla trascendente que muchos diarios españoles dejarán de narrar.