Galaxy Ring, un anillo para los que duermen sin reloj inteligente
El anillo conectado de Samsung incluye la mayoría de los sensores de salud, pero en un formato distinto
Aunque el mercado de los relojes y pulseras inteligentes sigue creciendo, las marcas de electrónica de consumo como Samsung buscan ampliar su alcance hacia nuevos usuarios de dispositivos de salud. Siguiendo la tendencia iniciada por marcas como Oura, la marca coreana ofrece su anillo inteligente, el Galaxy Ring, como una alternativa a los relojes para la monitorización de la salud. He probado uno durante una semana y cuento mi experiencia.
Por decirlo en pocas palabras, los anillos como el Galaxy Ring son como brazaletes conectados, pero sin pantalla para mirar la hora y recibir notificaciones. El de Samsung es discreto y elegante, disponible en color negro, plata y dorado. Fabricado con titanio de grado 5, su peso oscila entre 2,3 y 3,2 gramos, según la talla, por lo que puedes llevarlo cómodamente todo el día, incluso mientras duermes. Ahora bien, a pesar de ser ligero, es notablemente más grueso que un anillo convencional, y esto lo notamos quienes nunca llevamos anillo. De hecho, en más de 40 años de casado nunca he traído alianza, por lo que estos días he tenido que aclararle a mi esposa que estaba probando el Galaxy Ring.
Para acertar la talla, Samsung ofrece (por 11 euros) un juego de anillos de plástico para elegir el tamaño adecuado antes de comprar el Galaxy Ring definitivo. Yo he tenido que utilizar el tamaño 13, el más grande.
Sensores y funciones
El Galaxy Ring incorpora un conjunto de sensores avanzados para monitorizar distintos parámetros de salud: sensor de ritmo cardíaco, acelerómetro y un sensor de temperatura de la piel. Con una resistencia al agua de 10 ATM y certificación IP68, el anillo puede sumergirse hasta 100 metros y resistir el polvo y el sudor, lo que lo hace apto para la mayoría de actividades diarias, como lavarse tiene las manos, ducharte y nadar. La batería proporciona una autonomía de hasta 7 días, muy por encima de la mayoría de los relojes conectados, aunque a mí no me ha impresionado porque traigo un Withings ScanWatch, que me dura semanas. Con el Galaxy Ring se incluye un estuche de aspecto lujoso que sirve para cargar el anillo con rapidez. El estuche –que es de diferente tamaño para cada talla de anillo, complicando la logística para Samsung– contiene su propia batería, al estilo de los estuches de los auriculares de botón inalámbrico. Una iluminación LED indica el estado de carga.
Interacción con el móvil
Samsung recomienda llevar el anillo en el dedo índice para poder controlar un par de funciones del teléfono, siempre que sea de la marca coreana: disparar fotos y desactivar la alarma haciendo la pinza con el dedo pulgar. En ese sentido, sería exagerado aplicarle el tópico de "un anillo para dominarlos a todos" tan popular entre los fans de Tolkien.
Naturalmente, la vinculación del Galaxy Ring con el teléfono va mucho más allá, porque es imprescindible para consultar los datos recogidos por los sensores del anillo. Esta información se encuentra en la aplicación Samsung Health, disponible en español. En el ámbito del sueño, el anillo mide las fases nocturnas, la frecuencia cardíaca mientras dormimos, la temperatura de la piel, la saturación de oxígeno en sangre y, si dejamos el teléfono en la mesilla de noche, puede detectar los ronquidos . A partir de estos datos, la aplicación proporciona una puntuación de la calidad del sueño. Personalmente, he encontrado inconsistencias en la detección de las fases del sueño y en que la lectura de la saturación de oxígeno en sangre no siempre es fiable.
En materia de actividad física, el Galaxy Ring está más orientado a la salud que al deporte. Registra los pasos y la frecuencia cardíaca durante el ejercicio, estimando las calorías quemadas y la distancia recorrida. Detecta automáticamente las caminatas y las carreras, pero otros tipos de actividad deben iniciarse manualmente desde el teléfono. El recuento de pasos puede ser inconsistente, por lo general por encima de lo que indica mi reloj habitual. Por otra parte, al no llevar GPS integrado, no puede grabar solo las rutas al aire libre.
En el ámbito del bienestar, el Galaxy Ring y su aplicación utilizan la variabilidad de la frecuencia cardíaca para estimar los niveles de estrés. La aplicación ofrece ejercicios de respiración guiada para ayudarle a controlar el estrés. El sensor de temperatura cutánea del anillo se utiliza para predecir el ciclo menstrual. La aplicación permite registrar síntomas y monitorizar los cambios de temperatura para un mayor control del ciclo.
Una de las funciones específicas de la aplicación –exclusiva para los móviles Samsung– es la "puntuación de energía", una puntuación diaria sobre 100 que evalúa el bienestar general del usuario. Esta puntuación se basa en la calidad del sueño, la actividad física, la frecuencia cardíaca y la variabilidad de ésta durante el reposo. La aplicación también ofrece consejos personalizados para mejorar la salud y bienestar del usuario. Esta puntuación de energía puede ser útil para tener una visión general de nuestro estado general, si bien deberemos creer que tiene base científica.
El Galaxy Ring también puede vincularse con teléfonos Android de otras marcas, pero algunas funciones, como la "puntuación de energía", no estarán disponibles. Como era de esperar, el anillo no es compatible con los iPhones: Samsung prioriza su propio ecosistema de dispositivos, lo que permite que los usuarios localicen su Galaxy Ring mediante la aplicación SmartThings.
Un anillo caro
Con un precio de 449 euros, el Galaxy Ring se ubica en la franja más alta del mercado de los anillos conectados. Incluso marcas reconocidas como Oura ofrecen modelos más económicos con funciones similares, y otras como Amazfit tienen modelos más sencillos por menos de 200 euros. Eso sí, las funciones de análisis y recomendaciones a medida de la aplicación Samsung Health son gratuitas, mientras otras marcas sólo las incluyen en la suscripción de pago, lo que ya puede compensar la diferencia de precio.
¿Para quién?
El Galaxy Ring, como otros anillos inteligentes, es para los usuarios que desean monitorear su estado de salud de forma discreta. En concreto, puede atraer a quienes no quieren llevar un reloj inteligente y conectado, especialmente a quienes prefieren relojes convencionales sin sensores –sean de moda o de lujo. Pero también las numerosas personas que no quieren dormir con un reloj en la muñeca pero que les interesa vigilar su estado de salud durante el sueño. Y finalmente, los usuarios de la mayoría de los relojes conectados que se hayan hartado de cargarlos todos los días o dos días.