Una imagen (de billetes) vale más que mil palabras

El toro de Osborne, la figurita de una sevillana, el Naranjito, y los sobres rellenos de billetes por la corrupción. La iconografía española típico debería ya incorporar esta estampa, porque unos y otros están hermanados por la práctica conocida popularmente como hacer el egipcio. El Mundo y elAbc incluyen en las portadas de hoy fotografías grandes de los sobres que la UCO atribuye a pagos del PSOE a Ábalos y Koldo. Es el típico caso en el que la imagen vale más que mil palabras. Durante meses, los diarios de la derecha (y la ultraderecha) han estado gritando titulares con detalles del caso sólo comprensibles para los estudiosos, académicos y hermeneutas de la cosa: formulaciones que incluían relaciones concupiscentes entre el asesor de tal, cuyo primo o el amante de Pasqual. Esto es diferente. La fotografía del sobre de billetes pretende ser el mazo que sentencie al PSOE ante la opinión pública. La cantidad de dinero que se ve no es nada del otro mundo –poco más de 3.000 euros– e incluso se aprecia alguna moneda, pero el pliegue hace bastante grueso, gracias a la decisión de la UE del 2009 de dejar de fabricar billetes de 500 (precisamente porque acababan sirviendo para actividades ilícitas). La medida –oh, ¡sorpresa!– no ha puesto fin a la corrupción pero al menos ahora los políticos ensuciados deben juntar y mover mucho más papel.

A partir de ahí, la caverna hace sonar el trombón que con Bárcenas mantenía con sordina. El País, en cambio, sudaba tinta para minimizar el asunto y titulaba: "La UCO acredita que Ábalos y Koldo tenían una caja B para sus gastos personales". Lo vendían como vicio privado de dos sátrapas, sin explicar quién llenaba esa simpática guardioleta. Al final, en medio de estas pajas en ojos ajenos y vigas en los propios, la chorizada se consolida como patrimonio inmaterial de la política española. Cualquier día viene la Unesco y protege los sobres.