El juez Valle, catedrático del humor

08/03/2025
Jefe de Media
2 min

Lo de filmar las declaraciones judiciales está poniendo al descubierto el tono y color preciso que imprimen algunos magistrados en sus salas. Vimos cómo Adolfo Carretero interrogaba a la presunta víctima de agresión sexual de Errejón con un gran despliegue de tópicos machistas y una actitud agresiva y ahora emergen imágenes de un colega suyo, el juez Carlos Valle, también problemáticas. El humorista y radiofonista Héctor de Miguel, alias Quequé, está procesado por una broma sobre el Valle de los Caídos, que sugería demolerlo con dinamita y utilizar las piedrecitas resultantes para lanzarlas contra los curas pederastas (como respuesta por el acoso que sufren algunas mujeres cuando van a abortar). Valle le preguntaba entonces al presentador deHora veintipico qué le parecería si en un programa se bromeara sobre hacer estallar la plaza del activista LGBTIQ+ Pedro Zerolo. Y remata: "Y lanzamos [las piedrecitas] a todos los homosexuales que han abusado de niños. Es decir, a todos los homosexuales". Sonido de batería de chiste penoso: ba-dum-pssst!

El humorista Héctor de Miguel, 'Quequé'

La derecha rancia lleva tiempo utilizando la misma arma contra el humor: la descontextualización. No es lo mismo decir algo desde un programa de radio de comedia que desde una sede judicial en la que puedes decidir el futuro de alguien. Y no es lo mismo apuntar contra un símbolo de una opresión que contra un activista en favor de minorías vulnerables. Pero, incluso salvando las distancias siderales, el derecho a la ofensa debería preservarse cuando no amenaza la integridad de la gente: parole, parole, parole. Y eso es lo que parece escapársele al docto juez Valle: sus palabras sí puden a lenguaje del odio. Lo que –eso lo sabrá más él que yo– sería un delito tipificado. ¿Alguien de la judicatura se atreverá a ponerle este cascabel al gato? Exacto, a mí también me gusta el humor.

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