Los misteriosos mensajes en clave de Feijóo

El sábado por la noche, en La Sexta Xplica, invitaban –para variar– a Miguel Ángel Revilla, expresidente de Cantabria que se ha convertido en un comodín televisivo para analizar la actualidad. Por razones inexplicables, la presencia de este hombre frente a las cámaras hace subir las audiencias. Su capacidad de estimular los audímetros es incomprensible, pero los programas lo invitan cuando los resultados flaquean. Revilla, demagogo y embriagado de sí mismo, mete cucharada donde convenga. Por su entusiasmo, parece que diga mucho, pero aporta poco. Le van haciendo preguntas fingiendo un interés por sus opiniones mientras él se explaya con una serie de teorías explicadas con tanta rotundidad que hace desconfiar. Es el populismo personificado.

Tras una entrevista insoportable, le hicieron levantarse para colocarlo frente a una pizarra. Como si fuera un profesor, le pedían que desarrollara las fortalezas y debilidades de Sánchez y Feijóo. Nada tenía mucho sentido. El espectáculo estaba a medio camino entre la burla y la divulgación barata.

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En un momento de la conversación, Revilla reveló, a modo de anécdota, que Feijóo le envía mensajes de móvil por error que están escritos en clave y que él no entiende. "Estoy en el listín de números cerca", especuló para justificar esta supuesta confusión extraña. El presentador se mostró muy interesado por esta circunstancia y le preguntó qué decían estos mensajes. "Lo que dicen no se entiende", repetía Revilla. Sin mirar el móvil, recordó de memoria lo último que había recibido: "Viene la tangana por la puerta de atrás. Por delante sale y el otro entra". El presentador se mostró sorprendido, porque Revilla, además, no tiene WhatsApp. El expresidente de Cantabria aclaró que se trataba de unos SMS. Aseguró que ya había recibido unos cuantos y que la primera vez lo avisó, pero que luego ya no le decía nada. El presentador le dijo si los podía ver, pero Revilla se excusó, porque no quería ser indiscreto. Entonces, lo invitó a mirar a cámara y, públicamente, advertir a Feijóo del problema. Revilla acató la orden: "Si me estás escuchando, querido Feijóo, me estás mandando unos mensajes que yo no entiendo lo que me dices. Probablemente se los mandes a alguien con quien tienes una clave que entre vosotros os entendéis. A mí me hablas de cosas que no las encuentro racionales".

En una época tan convulsa, la escena es un claro ejemplo de cómo los medios de comunicación están contribuyendo al esperpento político. Ya no es solo el rol lamentable de Revilla, que necesita incorporar estas escenificaciones para garantizarse futuras intervenciones. Es cómo las televisiones hacen uso de la política y se convierten en cómplices de sketches delirantes y sin sentido. Lo que les interesa es que circule la escena surrealista en las redes. Los magazines de actualidad política ya no buscan explicar nada. Buscan hacer ruido de la forma más absurda.