A 'El Mundo' se le cae el nombre de Puigdemont
Es de primer curso de deshumanización: prescindir del nombre de la persona. Un negro. El recolectas. El diario El Mundo hoy titula: "El PSOE viaja a Bruselas para pedirle sus votos al prófugo". Esa caída del apellido del protagonista es una subversión, pues así queda diluido en su condición. En elAbc también titulan con el profuguismo, pero al menos se atreven a mencionar La Bestia. Se trata, claro, de convertirlo en un apestado, siguiendo la misma táctica aplicada a Otegi: el mero contacto o proximidad convierte al sujeto en portador de una lepra política. Y esto atenta contra el principio básico de la cohesión social que es el diálogo entre sensibilidades distintas. Además, el carácter de prófugo de Puigdemont es la consecuencia de la inhibición de Rajoy a la hora de encauzar la situación por las vías de la política y de haberlo fiado todo en la trinchadora de una justicia aún con rémoras de Ancien Régime. Y, abriendo un poco el cuadro, resulta la enésima expresión de la incapacidad española a la hora de reconocer al otro, cuando ese otro no se siente interpelado por un proyecto presuntamente común, que acaba siendo impuesto. El pacto parece inminente, así que deberemos acostumbrarnos a sentir que Sánchez es dependiente de terroristas, indepenazis... y prófugos.
Y después está el asunto del cuadro de la urna, recortado estratégicamente de las imágenes facilitadas por las partes reunidas, por lo de no averiguar demasiado la parroquia. ElAbc lo explica como "acción comunicativa coordinada", un lenguaje con resonancias de comando terrorista que sólo quiere decir que se pusieron de acuerdo. Y de acuerdo que era un referéndum no reconocido por el Estado, pero hacer tantos aspavientos por la presencia de una urna, de nuevo, no dice nada bueno sobre los valores democráticos de los escandalizados.