¿Nacho Cano ansía un golpe de estado militar?

El martes, Pablo Motos entrevistaba a Nacho Cano en El Hormiguero para promocionar su espectáculo. Pero no era precisamente la faceta musical la que le interesaba al presentador. Conocedor de la trayectoria ideológico-delirante del artista, quería que hablase sobre cuestiones políticas. Por otra parte, el componente de Mecano sabía perfectamente que con las hormigas de felpa encontraría el ecosistema adecuado para soltar sus teorías conspirativas y ya entró en el plató con un libro misterioso debajo del brazo. El programa se ha convertido en esto: un hervidero de personajes que sueltan su faceta reaccionaria contra Pedro Sánchez. El Hormiguero le sirve a Motos para potenciar esta idea de una comunidad oprimida por el despropósito woke.

Nada más empezar, le preguntó por la detención policial del año pasado, acusado de contratar a inmigrantes de México en situación irregular. Y aquí empezó un relato lento y surrealista sobre cómo su altruismo se vio cortado por las cloacas del estado. Contó unas conexiones entre policías, con individuos que entraban en su casa a escondidas y agentes que se le disculpaban por participar contra él en misiones oscuras. Salieron todos los nombres clave: Sánchez, Marlaska, Óscar Puente e incluso Begoña Gómez. Aseguró que todo se había organizado para coaccionarlo, tras apoyar a Isabel Díaz Ayuso. "Esta es la forma de trabajar del señor Sánchez y de Marlaska y de todos los que le rodean por arriba y por abajo". Aseguró que él hacía esta denuncia para hacernos un favor a todos nosotros: "Me importa España ahora mismo y me importa que todos sepáis que estamos jodidos". Cano acariciaba el libro que había dejado en la mesa como si fuera una Biblia. Y después de prevenirnos sobre el gobierno cogió el libro, escrito por un militar fundador de la Guardia Civil: "Esta es la cartilla de la Guardia Civil que escribió el Duque de Ahumada en 1845. Es un código de honor que recomiendo a todo el mundo que se lo lea porque creo firmemente que los únicos que nos van a sacar de esta ruina son esta gente". Motos no dijo nada. Se pide un golpe de estado militar desde su programa y se quedó petrificado como los conejos deslumbrados por las luces del coche. Cano continuaba: "Estamos gobernados por una banda criminal con redes que no sabemos, financiadas por gente que sospechamos pero que no sabemos". Y Motos, ante esos comentarios, solo preguntó: "¿Durante todo este tiempo salías a la calle siendo sospechoso?". Hay que ser pobre en comprensión o limitado en recursos discursivos. Este es el nivel del presentador que convierte su espacio de entretenimiento familiar en el ocio de la derecha más rancia, y no sabe ni procesar en directo los disparates que dicen.