Todo lo que el No-Do no explicó
Uno de los estrenos de La 1 es el programa documental Los archivos secretos del NO-DO, un programa de Minoría Absoluta que explora en los archivos de la Filmoteca Española. Hay más de seis mil latas de película que no se utilizaron en el noticiario propagandístico del régimen de Franco, material descartado por varias razones. Por tanto, no se trata de resucitar los fragmentos más curiosos del informativo, ni de escuchar la voz del franquismo, la de Matías Prats Cañete, abuelo de la estirpe de periodistas, narrando las peripecias de Franco y las estampas de la dictadura.
Es un material no sonorizado ni editado. La mirada actual sobre todas estas imágenes intenta averiguar las razones por las que fueron rechazadas. Varios periodistas y académicos reflexionan sobre lo que vemos. No se trata de romantizar la época, ni de ofrecer un análisis nostálgico, ni de humorizarlo. Lo que se intenta es entender los criterios de emisión a partir del material descartado, comprobar qué era todo lo que ocurría en España y que, al final, los propagandistas del régimen consideraban que era mejor no enseñar.
Por supuesto, es pura especulación, porque no hay pruebas ni constancia documental de los motivos que relegaron muchas de las latas al olvido. Por ejemplo, vemos las imágenes de la llegada de un tren con decenas de trabajadores españoles regresando de Alemania, donde habían emigrado para ganarse la vida. Vemos cómo tienen prisa por bajar las maletas del vagón y cómo se reencuentran con sus familias. ¿Por qué el No-Do consideró que era mejor no enseñarlo? Pues quizás porque era una prueba del fracaso económico del régimen. Hay también una secuencia muy sórdida: un desfile de mujeres en bañador en una taberna, el Corral de la Morería. Mientras ellas pasean medio desnudas, repasadas de arriba abajo por los camareros, señores y señoras elegantes comen y observan las modelos. Unas penosas escenas que evidencian el machismo más rancio de la época, y que quizás los responsables del No-Do consideraron que eran poco adecuadas desde la perspectiva conservadora de la época. Cuesta entender por qué eliminaron unas magníficas imágenes de la llegada de Maria Callas al aeropuerto de Bilbao, donde realizó una actuación, pero los especialistas recuerdan que su relación con Onassis era considerada adúltera, en contra de la moral católica.
Los archivos secretos del NO-DO entretiene porque no puede evitar provocar perplejidad ante la vida durante el franquismo, pero lo hace a partir de una lectura que tiene que ver con todo lo que el régimen no aprobaba. Es una forma más de divulgar sobre la historia de España y su pasado más oscuro. Ahora bien, no se hagan ilusiones: el material descartado no es tan diferente al que finalmente sí se veía en el No-Do. Y sólo ver las imágenes es como si oyeras la voz de Matías Prats.