Pegados a los datos del móvil
Se venden menos 'smartphones' pero los utilizamos más que nunca
BarcelonaDespués de más de dos años de declive, las ventas globales de smartphones han dejado de caer. Todo indica que en el 2024 se despacharán unos 40 millones de unidades más que este año, aunque no se alcanzará ni las cifras del 2022. Ahora bien, el uso de los aparatos no ha dejado de crecer en ningún momento: más minutos de llamadas de voz, más mensajes enviados y recibidos y, sobre todo, mayor consumo de todo tipo de datos con los dispositivos.
Las previsiones indican que este año se venderán en el mundo unos 1.130 millones de smartphones. Serán un 5% menos que en 2022, que fue un año nefasto porque quedó un 12% por debajo de los 1.350 millones vendidos en 2021. Los cálculos son de la consultora Canalys, que también prevé que en 2024 se col colocarán en el mercado 1.170 millones de teléfonos. Por tanto, el mercado crecería un 4% en unidades. Cabe decir que en buena parte será gracias a mercados de bajo poder adquisitivo. Como el africano: allí, una marca desconocida aquí, la china Transsion, despacha tantos teléfonos que ha crecido un 22% en un año y ya es la quinta más vendida del mundo, pisándole los talones a OnePlus.
Si bien aún no se alcanzaría la cifra de 2022, se habría detenido la caída ininterrumpida de ventas desde que acabó aquella pandemia que, por razones obvias, disparó las ventas hasta niveles inusuales.
Sea como fuere, las ventas de smartphones parecen estabilizadas y en los próximos años oscilarán entre los 1.100 y 1.200 millones de unidades anuales. La cifra es muy inferior al máximo de 1.500 millones alcanzado hace unos años, pero hay que tener presente que cuadruplica la de todos los tipos de ordenadores (sobremesa, portátiles y tabletas) vendidos anualmente desde hace cerca de medio siglo.
L' éxito del teléfono móvil es indiscutible. Ya lo era cuando los aparatos sólo podían recibir y realizar llamadas y enviar mensajes de texto. Pero todo se aceleró hace quince años: el iPhone y sus rivales con sistema Android no fueron los primeros smartphones –ya estaban los de Nokia, BlackBerry y Palm Treo–, pero la nueva hornada facilitó enormemente la toma y publicación de imágenes, la audición de música y el visionado de vídeos, sobre todo gracias a las redes móviles de alto rendimiento: la 4G en su momento y la 5G en la actualidad.
Las nuevas funciones de los smartphones los han convertido en una suerte de navaja suiza que sirve para casi todo en esta era digital: han arrinconado a las cámaras digitales, los reproductores de MP3 tan habituales hace sólo veinte años, y no digamos el papel. Sin entrar en su papel chupador de datos personales y de actividad de los usuarios con fines comerciales y políticos, los smartphones han canibalizado –en términos de marketing– todo tipo de dispositivos. Incluso cuando no hay una red wifi cerca, muchos usuarios utilizan el teléfono para conectar a internet el ordenador portátil, aprovechando que muchos –al menos aquí– tienen un contrato sin límite de tráfico de datos. En paralelo, la desaparición de los suplementos de itinerancia dentro de la Unión Europea permite que ya no dejemos de consumir datos móviles cuando salimos del país.
El siguiente paso será que los smartphones lleven incorporadas funciones de inteligencia artificial (IA) aún más avanzadas. Qualcomm, uno de los grandes fabricantes de procesadores para smartphones, presentó hace pocos días el chip Snapdragon X Elite, que promete ofrecer IA generativa (IAG) porque estará integrada tanto en los smartphones como en los ordenadores portátiles con la misma arquitectura ARM. Qualcomm no está sola en esta estrategia: MediaTek, su rival taiwanesa, pronto hará lo mismo. Y la coreana Samsung ya ha presentado modelos propios de IAG que pueden funcionar en los teléfonos de la marca sin tener que recurrir a los servicios en la nube como hasta ahora.
7.000 millones de líneas de móvil con 'smartphone'
El futuro de los smartphones se presenta, pues, brillante y sin freno, aunque su función principal, recibir y realizar llamadas de voz, tiene cada día menos peso. Se calcula que el mundo terminará este año con 7.000 millones de líneas de móvil vinculadas a smartphones, un 2% más que el pasado año. La cifra sale del informe Mobility report que Ericsson publicó el pasado viernes. La empresa sueca, el segundo suministrador mundial de equipamientos para redes de telecomunicaciones, prevé que en 2029 habrá más de 8.000 millones de suscripciones móviles en smartphones, superando a la población mundial porque muchos humanos tienen más de una.
Comparativamente, las suscripciones móviles con dispositivos que no sean smartphones –tabletas, portátiles o routers con conexión móvil integrada– son muchas menos: 260 millones, también según Ericsson. Ahora bien, para el período 2023-2029 se prevé que las suscripciones móviles a estos aparatos crezcan a un ritmo del 12% anual, frente al incremento de sólo un 2% de las suscripciones vinculadas a smartphones en el mismo período. Debería pasarse de los actuales 260 millones de aparatos con conexión móvil integrada que no sean smartphones a 510 millones a finales de esta década.
El tráfico de datos móviles por cada smartphone también crece de forma espectacular año tras año. Ericsson calcula que ahora es de 21 gigabytes (GB) por mes, cuando hace sólo doce meses era de 16 GB, y se prevé que de aquí a 2029 siga aumentando a un ritmo del 18% anual. El tráfico de datos móviles que soportan todos los smartphones en conjunto es igualmente espectacular: 128 exabytes (EB) mensuales este final de 2023, un 35% más que los 95 EB mensuales de hace un año. A finales de 2029 se calcula que será de 398 EB/mes, un 210% más que ahora. Recordemos que un exabyte son mil millones de gigabytes, un 1 seguido de 18 ceros de bytes, una cifra realmente inconmensurable.
Eso sí, el tráfico mensual de datos por las redes de móvil no llega a la mitad de lo que circula por las redes fijas de banda ancha. Ericsson calcula que el actual volumen de datos sobre red fija es de 330 EB/mes cuando hace un año era de 270 EB/mes. Se calcula que a finales de 2029 se habrá duplicado, alcanzando los 660 EB/mes.
Las previsiones de la compañía sueca apuntan también a que el tráfico total de las redes de móvil crecerá mucho más en los próximos seis años que el de la red de telecomunicaciones fija: un 23% y un 12% respectivamente. Por tanto, los volúmenes de datos que circularán por las redes de móvil y fijas serán muy similares a finales de la década: 660 EB/mes sobre conexiones fijas y 563 EB/mes sobre conexiones móviles, contando todo tipo de dispositivos.
Sin embargo, a pesar de los ajustes de negocio que sufren últimamente las operadoras de telefonía móvil, obligadas a fusionarse para ganar volumen ya desprenderse de activos como las antenas para reducir la enorme deuda –que han acumulado invirtiendo en despliegues de redes avanzadas que no se han traducido en incrementos de facturación–, la disponibilidad de cobertura de servicios móviles está más que asegurada y al alcance de cada vez más personas. Sin olvidar que las redes de telecomunicaciones fijas serán igualmente imprescindibles, porque sin ellas la telefonía móvil no podría existir.