Los periodistas del semanal 'JDD' pierden la batalla contra el nuevo director afín a la extrema derecha
Tras 40 días de huelga, la plantilla no logra evitar que Geoffroy Lejeune sea el director de redacción de la cabecera
Barcelona"No hemos ganado". Con esta frase, los trabajadores de la cabecera francesa Le Journal du Dimanche (JDD) desconvocaron el martes una huelga que, durante 40 días, ha encendido los círculos mediáticos y políticos del país. La plantilla de la cabecera –que se publica los domingos y es un referente, sobre todo, por sus entrevistas con los principales líderes políticos y por los análisis políticos– comenzó una protesta el pasado 22 de junio, tras el anuncio de que el periodista de extrema derecha Geoffroy Lejeune sería el director de redacción del semanario. Con el paro, los trabajadores querían evitar la entrada de Lejeune en la empresa y argumentaban que, si no lo conseguían, deberían dejar sus trabajos. Ésta ha sido la huelga más larga de un medio de comunicación francés desde 1975, cuando los trabajadores de Le Parisien se detuvieron durante 28 meses.
El perfil profesional de Lejeune está marcado por las polémicas en sus intervenciones y en sus trabajos anteriores. Entre 2016 y 2023, dirigió la redacción de Valeurs actuelles, una revista que ha sido multada en varias ocasiones por publicar insultos racistas, artículos antisemitas, encuestas políticas e informaciones falsas y difamaciones. El periodista se marchó después de un conflicto editorial con la dirección, que acabó despidiéndolo. Lejeune ha apoyado públicamente al político ultraderechista y candidato presidencial Éric Zemmour, que considera su mentor.
Cuando se supo que ficharía como director de redacción del JDD, algunas voces públicas se mostraron en contra. El sindicato de periodistas francés expresó en un comunicado que Lejeune iba "en total contradicción con los valores del JDD", considerada una cabecera de centro y cercana al presidente Emmanuel Macron. La ministra de Cultura, Rima Abdul-Malak, expresó a través de las redes sociales su inquietud por la entrada de Lejeune en la cabecera. "Mi ritual dominical era despertarme con el JDD. Hoy no ha aparecido. Entiendo las preocupaciones de la redacción. El JDD tiene todo el derecho a convertirse en lo que quiera, siempre que respete la ley. Pero por nuestros valores republicanos, ¿cómo no alarmarse?", escribió la ministra.
A lo largo de seis semanas, el JDD no ha aparecido en los quioscos. Los trabajadores de la cabecera (un centenar antes de la protesta) también han reunido a las firmas de cientos de economistas, académicos, políticos y figuras culturales en defensa de la protesta. Todo ello ha hecho que el parlamento francés esté considerando implementar una medida para que los periodistas de medios de comunicación con subvenciones del gobierno puedan tener voz a la hora de elegir al editor jefe. Sin embargo, la huelga ha terminado con un acuerdo entre los sindicatos y la dirección de la empresa aprobado por el 94% de la redacción.
"Lejeune entrará en una redacción vacía"
"Día tras día hemos empujado la huelga con dos objetivos: evitar la nueva dirección, que pone en peligro el JDD tal y como existe desde hace 75 años, y garantizar la independencia jurídica y editorial de la redacción", explican en un comunicado. "Ante nuestro accionariado, no hemos ganado. Geoffroy Lejeune toma sus funciones y entrará en una redacción vacía. Docenas de periodistas rechazan trabajar con él y tendrán que marcharse del JDD", añaden. Lejeune asumió el martes las funciones como director de redacción y el grupo anunció que el semanario volvería a los quioscos a mediados de agosto.
El fichaje de Lejeune es una apuesta del billonario francés Vincent Bolloré que, con una fortuna de 10.000 millones de dólares, es una de las personas más ricas de Francia. En los últimos años, Bolloré ha realizado movimientos económicos para controlar diversos medios de comunicación. En 2014 el billonario adquirió Vivendi, un conglomerado que aglutina al grupo Canal+, Prisma Media y la empresa de videojuegos Gameloft, entre otros. A principios de junio, la Comisión Europea dio luz verde a la fusión entre Vivendi y Lagardère, dos gigantes de la comunicación y de la edición en Francia. El JDD formaba parte del grupo Lagardère, que ahora ya es propiedad de Bolloré. Con este movimiento empresarial, el billonario también ha adquirido la agencia France Presse, la revista Paris Match y las emisoras de radio Europe 1 y Europe 2.
La huelga en JDD volvió a poner sobre la mesa las preocupaciones sobre la libertad de prensa en Francia, donde más del 80% de los periódicos, canales de televisión y emisoras de radio privados son propiedad de multimillonarios franceses o extranjeros. En este sentido, el sindicato de periodistas ha anunciado que algunos trabajadores del JDD están creando una asociación para impulsar cambios en el marco legislativo francés y "garantizar la independencia de la redacción y protección de los periodistas". "Hoy hemos perdido una batalla, pero nuestra lucha no ha terminado –ha añadido el sindicato–. Al término de esta huelga histórica, sacamos esta conclusión: ante el poder de los accionistas, los periodistas sólo pueden confiar en la ley".