BarcelonaA raíz del encarcelamiento de los líderes del Proceso, los balcones se llenaron de pancartas bajo el lema "Libertad presos políticos", que tras los indultos perdieron su sentido. Se había cumplido lo que pedían. Luego hubo carteles con el lema "Amnistía" distribuidos por Òmnium; una amnistía que ha empezado a andar con dificultades para los líderes pero que ya se ha empezado a aplicar a manifestantes y... policías. El independentismo reaccionó el martes con indignación en las redes, pero resulta que los policías tampoco quieren la amnistía, porque consideran que les equipara a unos "delincuentes".
El Mundo recoge este miércoles el testimonio de uno de estos policías que no quiere la amnistía. "Prefiero ir a juicio. Me dan un perdón que no necesito", titula en portada el rotativo. Lo curioso es que los argumentos de este policía, que no revela su identidad, son calcados a los de los independentistas que también rechazan la amnistía, como el exvicepresidente del Parlament Josep Costa o el exdiputado de la CUP Pau Juvillà: creen que el perdón les niega la oportunidad de demostrar su inocencia ante la justicia (la europea en el caso de los independentistas) y lo consideran una especie de rendición de los suyos: el Estado en el caso de los policías, los dirigentes independentistas en el otro.
El policía deEl Mundo se queja también de que el apoyo que han recibido los policías acusados de usar una violencia excesiva durante el 1-O por parte del gobierno español ha sido "nulo" y califica la actitud del ministerio del Interior de "nefasta". La diferencia entre un caso y otro es que, mientras en España el rechazo a la amnistía es mayoritario, en Catalunya ocurre lo contrario.
