'La Razón' entrevista a Francisco Franco

Vale, he hecho trampa con el titular porque se trata de Francisco Franco Martínez-Bordiú, el nieto del dictador, pero teniendo en cuenta el tono de la entrevista –amable hasta el masaje, lame hasta la incomodidad– tampoco hace tanta diferencia y todo parece la satisfacción de un anhelo de tener the man en el rotativo. Ningún cuestionamiento de su figura, ninguna referencia a la represión, a los fusilamientos, al golpe institucional que le llevó al poder. De hecho, una parte sustancial de las preguntas ni siquiera lo eran, sino que se trataba de afirmaciones servidas para que el otro haga su mate: "Este noviembre mismo, el presidente Sánchez pretende el borrado de Franco a golpe de Boletín Oficial del Estado" o "Una placa así [que distingue la casa natal de Franco] no debería ser un problema".

La revisión histórica es de traca y pañuelo. Y aunque uno no espera que alguien tenga que denigrar a su propio abuelo, leer como dice que "la nueva izquierda socialista, ya radicalizada, ha buscado el enfrentamiento de bien¡rojos, masones, catalanas!– era precisamente dividir en dos bandos. Y estrangular al otro. El limpísimo Franco se permite afirmar que el Valle de los Caídos era un lugar de reconciliación y el entrevistador ni siquiera se inmuta. Del mismo modo que deja que se venda la narrativa de "todo el mundo tenía un piso con Franco", sin una sola repregunta sobre el paradigma económico de la España solar de los años 60. Así, el día en que se conmemora medio siglo del fin de un régimen sin elecciones libres nos encontramos con que el diario presta la palabra a alguien que acaba censurando en bloque a todos los partidos políticos. Nos ha jodido: mucho mejor mandar bajo palio, ¡claro! Con coberturas como ésta, al diario ya solo le queda regalar el domingo un bigotito nostálgico.