La respuesta de Podemos a la caverna no puede ser un libelo

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Podemos tiene que asumir que no puede ir a misa y repicar campanas. Y como, por su tradición laicista, se supone que no son especialmente devotos de la liturgia religiosa, asumiremos que están más por el trabajo de hacer repicar el badajo. Uno de los frentes que el partido tiene abierto es la denuncia de las malas prácticas que abundan en el periodismo español. El juego sucio de la casta mediática, para expresarlo en sus términos, está fuera de toda discusión. Y, bien, ya pueden intuir que comparto buena parte del diagnóstico. Ahora bien, si este es tu discurso, entonces la respuesta no tendría que ser promover un OK Diario, pero afín a tus siglas. La Última Hora es un panfleto que mina, por contradicción, cualquier intento de los lilas para racionalizar el panorama mediático español desde la política.

Dice una noticia de este digital: "Solo un 30% de la ciudadanía confía en los medios de comunicación españoles, según un estudio demoscópico". Se trata de un sondeo, según se aclara, "realizado por la Secretaría de Análisis Electoral de Podemos al cual ha tenido acceso esta redacción". Y firma la noticia una persona que, según figura en el portal de transparencia de Podemos, forma parte del departamento de prensa del partido. Juan Palomo estaría orgulloso. El gráfico que incluyen, además, es un despropósito: hay unas barras con la desconfianza que generan determinados medios de comunicación. Pero solo aparece el nombre de los tres primeros –la Cope, Telecinco y La Sexta– mientras que bajo el resto de barras y porcentajes hay sólo un signo de interrogación. ¿Qué es esto, La ruleta de la fortuna?

Volviendo a la misa: no tiene que ser fácil poner la otra mejilla cuando el resto de la parroquia va dispensando hostias en sesión continua. Pero un libelo de partido no puede ser el escaparate de cómo concibe Podemos el periodismo. "When they go low, we go high”, que decía Obama, Michelle.

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