El rey y Pedro Sánchez, madelmanes de los editores gráficos
Hay fotografías de portada impresionantes, vibrantes, que cuentan historias con un solo momento congelado. Pero, con demasiada frecuencia, también hay fotos de portadas que constan sólo de un número indeterminado de estaquirotes, generalmente del género masculino y con corbata, encarnando el poder en el marco de una cumbre, encuentro o congreso. Aunque generalmente la estampa resultante es más bien sonsa, los editores gráficos que eligen el mejor fotograma de las docenas que les han llegado buscan la composición que trata de generar un significado concreto, aunque no corresponda con la realidad. Me los imagino como niños mayores que, en vez de jugar con los clics, los airgamboys y los madelmans, tienen en los políticos sus juguetes particulares, para disponerlos así o así según convenga editorialmente.
El rey y Pedro Sánchez se han encontrado en el Mobile World Congress y El País subraya, claro, la vuelta a la normalidad. Lo hace con una fotografía de ambos charlando, con las manos cubriendo las bocas, por si hay alguien indiscreto leyendo los labios. Sin embargo, se adivinan sendas sonrisas y la imagen, en todo caso, desprende complicidad. En cambio, elAbc titula "Sánchez cede ante Puigdemont la soberanía en la frontera". Aquí vemos un Sánchez de perfil y un Felipe VI que mira de frente, evitando el contacto visual, y con un rictus más bien severo. Aunque probablemente unos pocos segundos separan una estampa de la otra, lo que transmiten nada tiene que ver y el titular acaba de condicionar la mirada. Por cierto, el rey hace semanas que, día sí, día no, aparece en las portadas de la prensa de derechas. Será un caso único en Europa en el que una figura sin funciones ejecutivas copa tantas primeras páginas con la mera noticia de su presencia en un lado u otro. Está bien preguntarse qué carencia denota toda esta sobreactuación editorial.