Cate Blanchett se enfrenta a una nueva crisis de imagen en la ficción
Alfonso Cuarón firma una serie, 'Disclaimer', que no logra estar a la altura de su calidad de producción
'Disclaimer'
- Alfonso Cuarón para Apple TV+
- En emisión en Apple TV+
"Atención a la narrativa ya las formas", recuerda la periodista de la CNN Christiane Amanpour, que se interpreta a sí misma, en la entrega del premio honorífico a la creadora de documentales Catherine Ravenscroft (Cate Blanchett), en una de las escenas iniciales de Disclaimer. Amanpour señala la capacidad de engaño de algunas formas de pseudoperiodismo o falso reporterismo, al tiempo que elogia a Ravenscroft como paradigma del trabajo periodístico bien hecho. Pero el aviso también termina funcionando como un "disclaimer" (aviso) sobre la propia narrativa de la serie.
Alfonso Cuarón adapta la novela homónima de Renée Knight (titulada Observada en la edición en catalán de Salamandra traducida por Ernest Riera Arbussà) en una producción de siete episodios en los que se entrelazan tres historias. La que protagoniza Catherine como mujer triunfadora en todos los ámbitos de la vida; la que nos lleva unos años atrás en el viaje a Italia que comparten una joven pareja de amantes; y la que también en presente conduce a Stephen (Kevin Kline), un profesor viudo y al borde de la jubilación que, cuando vacía los armarios de su mujer muerta, encuentra un mecanoscrito que parece desvelar secretos sobre el pasado de Catherine. Stephen no tarda en autoeditar el texto y hacerlo circular, por lo que la imagen de la protagonista como creadora audiovisual comprometida con las problemáticas del mundo queda más que tocada.
A primera vista, Disclaimer se desarrolla como una ficción en torno a la hipocresía de los privilegiados. Cuarón cuenta con dos de los mejores directores de fotografía actuales, su colaborador de confianza Emmanuel Lubezki y el francés Bruno Delbonnel para fijar una estética concreta para cada historia. Catherine acaba de mudarse con su marido (Sacha Baron Cohen) y su hijo a un apartamento espléndido, que se nos muestra desde la calidez de un nido de confort y seguridad en la gélida Londres; la trama italiana brilla con la luz cegadora de los recuerdos imperdibles, sobre todo cuando aparece el personaje de la joven Catherine, con un aura que le asimila a las pinturas que decoran su habitación de hotel. Y desde su casa con papel en la pared, Stephen transmite ese aroma que bascula entre la hospitalidad acogedora y el tufo de rancio.
El elenco está a la altura de la calidad de imagen. Blanchett ha encontrado el gusto a esos papeles de mujeres poderosas que deben enfrentar crisis de imagen; Kline se recrea en un rol que le permite demostrar su abanico de registros; Baron Cohen confirma su validez en una interpretación en las antípodas de sus papeles cómicos; mientras que Lesley Manville aprovecha para comerse, como siempre, la pantalla en sus apariciones vía flashback. Todo ello confirma que estamos ante otra serie de prestigio en la línea de las originales de Apple TV+.
Cuarón se congratula en mantener cierta distancia clínica con los personajes, como si observara las miserias y debilidades del comportamiento humano desde una posición de cómoda ecuanimidad. Sin embargo, el aviso del inicio y el uso en algunas historias de una voz en off narradora que utiliza la segunda persona del singular y no se corresponde con la de ningún personaje nos ponen sobre la pista que quizás no debemos fiar del todo de lo que se nos cuenta. Disclaimer se reserva algún giro de guión en ese sentido que desactiva la propuesta. Más que reflexionar sobre la facilidad con la que juzgamos a otras personas a través de narrativas concretas, la serie desplaza el punto de vista desde una perspectiva que debemos cuestionar a otra que se nos presenta indudablemente como verdadera. Y todo ello sin discutir por qué en todos los casos se legitima o condena a una mujer según su forma de encarar la maternidad.