El debut en la ficción televisiva de la gran figura literaria jamaicana
En 'Get Millie Black', Marlon James traslada sus inquietudes habituales en forma de serie policiaca
'Get Millie Black'
- Marlon James para HBO y Channel 4
- En emisión a Max
Marlon James hizo historia en 2015 al convertirse en el primer jamaicano ganador del Premio Booker, uno de los más importantes de la literatura anglosajona, por Una breve historia de siete asesinatos, una obra magna (editada en catalán por Bromera), que teje una panorámica polifónica por la historia reciente de Jamaica y por la violencia que la atraviesa a partir del intento de asesinato que sufrió Bob Marley en su casa del año 1976. Y ahora James acaba de debutar en la creación de series con Get Millie Black, probablemente la primera ficción televisiva internacional que otorga toda la centralidad a la cultura jamaicana en una producción que adopta a primera vista la típica estructura de thriller policíaco inteligible para las audiencias de todas partes. La Millie (Tamara Lawrance) es una policía de Kingston que se empeña en resolver la desaparición de una adolescente, un caso que acaba teniendo más implicaciones de las esperadas hasta el punto de salpicar a una de las familias más poderosas de la ciudad, los Somerville. Millie tiene una historia de origen. Su madre les maltrataba, a ella y sobre todo al hermano pequeño, Orville, hasta el punto de que la joven se escapa a Londres y entra a trabajar en Scotland Yard. Jamaica cuando se entera de que el hermano está muerto. Y desde entonces no piensa en otra cosa que salvar a niños como no pudo hacerlo con él. es del todo cierta. Orville ya no está. Pero porque es Hibiscus (Chyna McQueen), la hermana trans de Millie que malvive con otras compañeras en un canal de la ciudad. Get Millie Black recoge algunas de las inquietudes habituales en la literatura de James. Los cinco episodios se estructuran a partir de las respectivas voces de diferentes personajes, de modo que la narrativa adquiere complejidad a medida que avanzan los cinco episodios, para que los puntos de vista lleguen a cambiar la visión sobre la historia transmitida al inicio y porque así se va distanciando de las inercias más evidentes de las series policíacas. La serie también confiere una visión tan profunda como descarnada de las dinámicas de la violencia en el país caribeño. James explora la persistencia del racismo en el país y una diferencia de clases brutal marcada todavía por el color de la piel. La homofobia y la transfobia son la otra forma de violencia que estalla en una serie en la que los personajes queer no son excepción ni cuota. A través del Hibiscus, Get Millie Black retrata a la comunidad trans de Kingston como una subcultura en los márgenes tan expuesta a la violencia sistematizada como solidaria a la manera de una gran familia. Mientras que el colega de trabajo de Millie, Curtis (Gershwyn Eustache Jnr), intenta vivir una vida convencional con su novio a pesar de que el entorno no siempre lo facilite. La serie va adquiriendo un tono cada vez más fatalista a medida que Millie, más que salvar a la gente, parece condenarlos.
Interpretada por actores autóctonos o con raíces en la isla, y hablada en la variante jamaicana hasta el punto de que la versión original incorpora subtítulos en inglés estándar, Get Millie Black quiere ser el equivalente audiovisual de las novelas de James. Pero le falta traducir al lenguaje cinematográfico la potencia y el osado literarios de su prosa. Una breve historia de siete asesinatos puede remitir a la literatura de William Faulkner y James Ellroy, Get Millie Black no logra trascender la puesta en escena más adocenada de tantas series de plataforma.