Ester Palaudàries: "En los Goya se ve un glamour que en el cine no existe"

BarcelonaCuando miramos una película o una serie, recordamos a menudo los nombres de los actores o los directores, pero pasamos por alto la multitud de profesionales que se necesitan para levantar un proyecto audiovisual. Ester Palaudàries es una de esas personas que contribuyen al resultado final de una película, un anuncio o una serie: es estilista y diseñadora de vestuario, aunque antes de dedicarse pasó por las carreras de comunicación audiovisual y filología italiana. "Desde pequeña hacía dibujos de figurines, de chicas y chicos con vestidos, pero nunca lo había vinculado a ninguna profesión porque no sabía que existía", explica. No fue hasta que realizó un viaje a Chile con dos amigas que tuvo un contacto con el mundo del diseño de vestuario. Cuando regresó a Barcelona, ​​decidió realizar esta disciplina en Idep. "Empecé haciendo de ayudante, de auxiliar, y de repente me encontré en la profesión", recuerda.

"En la industria catalana, y también en la española, no hay grandes producciones o presupuestos y eso potencia la creatividad. Te hace agilizar la mente y buscar soluciones que después dices: 'Cómo he podido hacer todo esto con estos dinero?'", explica Palaudàries, que, pese a ver la esquina positiva en las estrecheces del sector, confiesa que sería más deseable tener la potencia de la industria audiovisual de Francia o de Estados Unidos. Palaudàries asegura que hay cosas de las que el público no es consciente cuando ve al vestuario. Por ejemplo, que si el actor debe caer al agua o mancharse de sangre se deben comprar varias piezas iguales para la repetición de escenas. "Dependiendo del proyecto, confecciones, alquilas o compras, o todo a la vez", detalla.

Entre sus últimos proyectos está la película Disco, Ibiza, Locomía ("Lo elegimos todo, todos los pequeños detalles que se ven en los vestidos de Locomía. No copiamos todos los vestidos que llevaban, con Vinyet Escobar creamos nuevos y eso comporta todo un proceso de creación que no es nada fácil ") y la nueva temporada de Citas Barcelona. "Las producciones contemporáneas son más complicadas porque tienes que crear realidades verosímiles y eso, a veces, cuesta mucho más que una producción de época, donde todo luce mucho", añade.

"Hay una escenificación del cine que son los Goya u otros premios donde se ve un glamour que en el cine no existe realmente. Es un trabajo muy duro", asegura el estilista, que detalla que su profesión implica, entre más, muchas horas de trabajo (a menudo jornadas de doce horas), muchas tareas administrativas y llevar un orden estricto. "La gente se fascina mucho con los actores o con las celebrities, pero para mí son mi herramienta. En publicidad, he trabajado dos veces con Messi, pero mi trabajo es vestirlo, no hay un glamur que me deslumbre", remarca.

"Diseñadores de vestuario, hay muy pocos, es una profesión eminentemente femenina, pero espero que en el futuro haya más paridad para dar varios puntos de vista", explica el estilista. La feminización del sector es uno de los motivos por los que Palaudàries considera que los sueldos no están igualados a los de otros departamentos del mundo audiovisual. "Sí que creo que el hecho de ser mujeres y que se vea sólo como 'ropa' ha hecho que no se valorara el trabajo que hacemos. Ahora se valora más, pero los sueldos deben igualarse, hacemos un trabajo como todo el resto de departamentos", reivindica.

Palaudàries considera que en los últimos tiempos varias series y documentales, como Balenciaga y Auge y caída de John Galliano, están consiguiendo valorar la confección de vestuario y la moda como un arte. "No es una frivolidad, no somos cuatro mujeres (o cuatro hombres) que hacemos dibujitos y hay, ja! No, detrás hay pensamiento y creación. El vestuario forma parte de una expresión, con tu ropa expresas como eres", remarca.