Vuelve ‘Borgen’, la serie favorita de los políticos (y no solamente)

La serie danesa estrena nueva temporada en Netflix nueve años después de su final

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Nyborg ahora es ministra de exterior

BarcelonaEn época de campaña electoral cuando a un político se le pregunta cuál es su serie favorita hay una respuesta que se suele repetir: Borgen. Es difícil encontrar a un político (o tertuliano) que no sienta cierta devoción por este drama, centrado en la primera mujer que ocupó el cargo de primera ministra en Dinamarca, Birgitte Nyborg, a pesar de que la realidad política danesa y la catalana estén a años luz. El personaje interpretado por Sidse Babett Knudsen es uno de los más queridos de la ficción y, por eso, cuando se supo que Borgen tendría nueva temporada casi diez años después de su final, algunas cejas se levantaron. Los temores eran infundados: la nueva entrega, que estará disponible el jueves en Netflix, no traiciona su espíritu original, a pesar de que ahora sea un pelo más oscura.

Este Borgen reinventado arranca con el descubrimiento de petróleo en Groenlandia, isla autónoma pero con una dependencia política de Dinamarca. La serie de Adam Price retrata uno de los principales problemas actuales, la dependencia de los combustibles fósiles, que a la vez choca frontalmente con la lucha contra el cambio climático. El descubrimiento de petróleo originará un conflicto geopolítico entre diferentes países, uno de los cuales Rusia, que no sale muy bien parado en la ficción (se hace mención explícita a la invasión de Crimea, por ejemplo). A diferencia de lo que pasaba en las otras temporadas, en que los capítulos presentaban tramas políticas a menudo autoconcluyentes, en esta temporada la disputa por el petróleo será el hilo conductor.

En este escenario, Nyborg ya no es primera ministra, sino que se encarga de la cartera de Asuntos Extranjeros y mantiene una tensa relación con su sucesora en el cargo de principal figura de poder de Dinamarca. Su posición no es lo único que ha cambiado en su vida: sus hijos ya son mayores y viven fuera de casa, y los antiguos problemas para conciliar vida laboral y familiar han desaparecido, al menos en teoría. Nyborg puede dedicar todas sus energías a la política y la serie planta la duda de si la antiguamente recta primera ministra está sucumbiendo a la ambición. “Se mueve hacia territorios peligrosos, hecho que intelectualmente es interesante pero también duro, porque siente una gran responsabilidad de tener cura de ella”, explica al New York Times Sidse Babett Knudsen, que vuelve a su personaje más famoso.

Borgen siempre ha sido una serie muy ligada a la realidad y la actualidad. Para esta nueva temporada, Price se alió con Martin Lidegaard, un parlamentario que forma parte del comité de políticas exteriores del Parlamento danés y que entre el 2014 y el 2015 fue el ministro de Exteriores del país. La trama principal de la nueva temporada surgió en conversaciones con Lidegaard, que a pesar de que no era integrante del equipo de guionistas sí que ha ejercido de asesor. El político asegura que todo lo que pasa en la serie no ha pasado, pero que son situaciones muy factibles.

“Nos vemos en 10 años”

Cuando Borgen emitió su tercera temporada se suponía que era el final definitivo. Aun así, Adam Price dice que siempre dejó la puerta abierta a un posible regreso, que dependía de encontrar la historia adecuada. El creador recuerda que cuando cerraron la serie, Sidse Babett Knudsen le dijo: “¡Nos vemos en 10 años!” Se suele decir que toda broma tiene algo de cierto, y en este caso se ha acabado materializando en una nueva temporada, que inicialmente Knudsen no quería hacer y que llega nueve años después. La actriz cedió después de leer el guion, pero asegura que su viaje como Birgitte Nyborg se acaba con esta cuarta temporada.

El regreso de Borgen permitirá a los espectadores reencontrarse con otros personajes, como por ejemplo la periodista Katrine Fonsmark, interpretada por Birgitte Hjort Sorensen, que acaba de ser nombrada jefa de informativos de la televisión donde empezó su carrera. En esta nueva función descubre que muchas de las características que hacen de ella una buena periodista no le sirven para gestionar equipos. “Lo que es maravilloso es que han pasado diez años, tanto en la vida real como en la ficción. Así que cuando leí el guion fue cómo encontrarse con antiguos amigos en Facebook: «Ah, esto es lo que habéis estado haciendo todo este tiempo»”, explica Sorensen.

Además de ser más oscura, esta cuarta temporada también es más ambiciosa técnicamente, puesto que la trama centrada en Groenlandia se rodó en la isla. La filmación se hizo entre agosto y septiembre del 2021, cuando se aligeraron las restricciones por el coronavirus. Groenlandia, sin embargo, no es el lugar más fácil donde trabajar, puesto que las comunicaciones son escasas, y el equipo tuvo que concentrar todo el trabajo en unas pocas semanas y rodar casi todo en Ilulissat, la tercera ciudad más grande de la isla.

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