'Mano de hierro': la familia "psicópata" de Eduard Fernández que gobierna el puerto de Barcelona

BarcelonaEl puerto de Barcelona es una ciudad dentro de una ciudad y en el universo de Mano de hierro, la nueva serie de Netflix, un espacio donde ocurren todo tipo de irregularidades, como narcotráfico y robo de mercancías. En la ficción, que se estrena hoy en la plataforma, Eduard Fernández interpreta a Joaquín Machado, propietario de la principal terminal de Barcelona y un hombre acostumbrado a conseguir todo lo que quiere. Machado dirige con mano de hierro –metafórica y literalmente, porque tiene una mano amputada que ha sido sustituida por un gancho de hierro– el puerto y su familia, cuyos miembros trabajan juntos.

"Es un personaje que nunca se fía de nadie, pero al mismo tiempo es un personaje reconocible. Es un tío que podría ser el vecino de cualquiera", explica al ARA Eduard Fernández, que define la serie como " un juego de lealtades". En Mano de hierro todos los personajes bailan al ritmo que marca Machado, empezando por su hija y su hijo, interpretados por Natalia de Molina y Enric Auquer. "Es una serie de psicópatas y encima todos son familia: el padre ha teñido el resto de su psicopatía, salvo la hija", reflexiona Auquer. Para el actor, Mano de hierro, creada por Lluís Quílez (Bajocero), es una ficción donde todos los conflictos se llevan al límite.

Acción y testosterona

La masculinidad y el tono testosteronico son casi omnipresentes en este thriller de acción, porque sólo hay un personaje femenino de peso, Rocío, la hija del protagonista. "Siempre me han llamado mucho la atención las mujeres que se mueven en ambientes totalmente masculinos, cómo se crían, cómo se desarrollan y cómo aprenden. Rocío tiene algo de eso: es una mujer a la sombra que a poco a poco saldrá a la luz. Cuando fui al puerto, no vi a ninguna mujer y eso me chocó muchísimo", detalla Natalia de Molina.

Fernández encabeza un reparto que, además de Auquer y De Molina, cuenta también con Sergi López, que interpreta al hermano del protagonista; Jaime Lorente, en el papel del yerno de Machado; y Chino Darín, que da vida a Víctor, un trabajador del puerto con un importante secreto. Darín confiesa que una condición de su fichaje por la serie fue perder el acento argentino, un peaje que no le ha sido fácil. "La verdad es que fueron muchos meses y se me hizo un poco pesado. Me cuesta mucho no hablar con mi acento argentino. Tienes que estar pendiente permanentemente de que no se te escape el acento, no es lo que más me hace gozar del trabajo", admite el actor, muy vinculado a España gracias a su relación con Úrsula Corberó.

La serie se rodó en el puerto de Barcelona, ​​un espacio de grandes dimensiones que sorprendió a todos los miembros del reparto. "Sabíamos que era mayor, pero lo es mucho más de lo que imaginábamos. Desde que cogías el coche hasta que llegabas al sed de rodaje podían pasar veinte minutos", detalla Fernández. El reparto coincide en calificar el entorno de hostil, especialmente por las condiciones meteorológicas de frío y humedad. Los artistas reconocen que el rodaje de Mano de hierro, lleno de escenas de acción, fue muy exigente. "No es lo mismo rodar acción en un plató, donde todo está controlado, que hacerlo en Barcelona, ​​de noche y en invierno. Además, Lluís tiene una manera de rodar con la que se quita planos de la manga: cuando crees que ya has terminado, todavía queda la mitad por hacer", dice Lorente.