Palacetes, marihuana y humor negro

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Theo James en la serie The Gentlemen

Netflix ha estrenado la serie The gentlemen. En la careta inicial y con la tipografía casi tan grande como el propio título, se nos destaca que su creador es Guy Ritchie. El director de cine quiere anunciar su autoría con la misma necesidad de subrayar su omnipresencia estilística a lo largo de sus ocho capítulos.

La primera secuencia de la serie nos presenta de manera muy singular al protagonista en un contexto en el que ya no volveremos a verlo más, pero es esencial para justificar la habilidad que el personaje mostrará más tarde en la resolución eficaz de conflictos violentos y delirantes. Es un militar de alto rango de los cascos azules, las fuerzas de la paz de la ONU. Lo descubrimos en una zona fronteriza en conflicto. Edward Halstead (Theo James) es un hombre con autoridad, que transmite respeto y confianza y que demuestra tener mucha mano izquierda en un entorno delicado. La muerte de su padre le obligará a volver a casa y se convierte en el heredero único del ducado familiar. Tendrá que apaciguar las locuras desaforadas de un hermano caprichoso e inestable que está desmoronando aún más unas propiedades en plena decadencia. Para paliar la situación de ruina, su padre arrendó el subsuelo de la finca para poner plantaciones de marihuana. The gentlemen retrata la folla convivencia de los gángsters más peligrosos de Inglaterra con una aristocracia caduca que no sabe gestionar el patrimonio para mantener las apariencias y el prestigio. El nuevo duque de Halstead tendrá que negociar con Susie Glass, la líder de la mafia del cannabis. Y en el proceso para llegar a un acuerdo se producirá un efecto bola de nieve en el que cada solución deriva en dos problemas más, y cada vez más grandes. En el primer episodio, un magnate le pregunta a Halstead si conoce la filosofía del arquitecto, pintor y paisajista del siglo XVIII William Kent. "Me parece recordar que buscaba la reconciliación del espíritu más salvaje con el refinamiento" responde el duque. Y esto define The gentlemen. Agresividad y elegancia mezcladas en un cóctel violento, que chorrea testosterona y extravagancia, pero siempre en un entorno que se esfuerza por mantener las buenas maneras, la exquisitez y la calma. El humor negro es el factor adictivo que te lleva hasta el final.

Basada en la película del 2019 del propio Ritchie, la serie juega con los contrastes y mantiene el estilo característico del director: una narrativa fragmentada y no lineal, un montaje rápido, diálogos ingeniosos, escenas de altísima tensión en tramas llenas de acción, personajes complejos y estrafalarios, una estética visual vibrante y la utilización de la música como elemento potenciador de todo. En el caso de esta serie, una banda sonora que combina elementos tecnológicos y sinfónicos sirve para describir esta convivencia del submundo más sórdido con los ambientes más selectos.

The Gentlemen es una serie que nos habla de la degeneración de la nobleza británica y sus miserias por sobrevivir. También de la perversión de los valores sólo como herramienta de subsistencia. Pero lejos de buscar ningún mensaje, es una serie para el entretenimiento puro.

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