Crisis climática

Cataluña tendrá un clima semidesértico en el año 2050

Un estudio de la UPC vaticina que las zonas más afectadas serán Lleida y Terres de l'Ebre

BarcelonaLa emergencia climática es una realidad global, pero existen zonas del mundo que la sufren de forma más acusada y acelerada, como el área del Mediterráneo y la península Ibérica, que se están calentando mucho más rápidamente que el resto del planeta. Son lo que se conocen como hotspots ("puntos calientes" en inglés). Esto es lo que ocurre en nuestro país y sólo en algunas otras zonas del planeta, como el Ártico. Ahora un nuevo estudio de la UPC ha analizado durante dos años los datos de las últimas décadas y ha hecho una proyección del clima que habrá en todo el Estado en el 2050. Las primeras conclusiones son contundentes y nos tocan de cerca: habrá una subida de la temperatura mucho más fuerte de lo que se preveía inicialmente que abocará a Cataluña, así como a Baleares, a un clima cada vez más semidesértico. Las zonas más afectadas serán Lleida, Terres de l'Ebre y Mallorca.

"El cambio climático lo estamos experimentando en un plazo muy corto de forma acusada, y con este estudio queremos advertir que la situación es muy grave", explica Josep Roca, investigador del Centro de Política de Suelo y Valoraciones (CPSV) de la UPC y coautor del estudio. El proyecto se ha basado en los datos del clima recogidos por el programa europeo Copernicus desde 1971 y ha realizado una proyección de la evolución de las temperaturas y de las precipitaciones hasta 2050. Mientras la temperatura media en el mundo ha subido 1,19 °C desde los años 70, en el Estado el ascenso se ha disparado hasta 3,27 °C más en ese mismo período. Según esto, el estudio prevé que desde ahora hasta mediados del siglo todavía suba 1,5 °C más y, por tanto, que el ascenso total acumulado sea de más de 4,5 °C.

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Las previsiones auguran que cada vez hará más calor y habrá más sequía, con precipitaciones más puntuales pero torrenciales y con fenómenos meteorológicos más extremos. "Pasaremos de un clima mediterráneo tradicional a un clima estepario o, en algunos casos, desértico", apunta Roca. En Cataluña las zonas más afectadas serán las de Ponent y el interior de las Terres de l'Ebre, donde el clima a mediados del siglo podría ser "casi desértico". Sólo el Pirineo se salvaría del clima estepario y semidesértico previsto en todo el país, aunque la crisis climática también subirá las temperaturas y reducirá las nevadas y lluvias.

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Por ejemplo, en Barcelona la precipitación media anual normalmente es de cerca de 600 l/m², pero esta cifra ya hace años que no se alcanza. "Este dato es ya una leyenda", afirma Roca. El trabajo de la UPC estima que la media de lluvia anual en el conjunto de España caerá en los próximos años hasta los 417 l/m². "Con este estudio queremos sensibilizar a la población ya las administraciones públicas para actuar de forma inmediata contra los efectos del cambio climático; no queremos alarmar, sino prevenir", explica el coautor del proyecto. Desde 1971, los veranos se han alargado 36 días en España, con un aumento de más de 30 noches tropicales en la costa mediterránea y un incremento de las olas de calor.

Soluciones a escala mundial

Las cifras de este estudio son demoledoras y superan todas las previsiones, incluso las realizadas por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas (ONU). Ellos ya preveían un calentamiento acelerado en el área del Mediterráneo debido a los efectos de las corrientes globales y por ser un mar cerrado y caliente. "La novedad es que nuestro estudio plantea un escenario de cara al 2050 en nuestra casa desgraciadamente peor que lo que preveía la ONU", afirma Roca. Estos datos también superan de largo a los críticos 1,5 °C fijados en el Acuerdo de París como tope de calentamiento global este siglo respecto a la media del período preindustrial.

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En los últimos años muchos municipios y países están tomando medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero Roca asegura que esto no es suficiente. "Por mucho que Catalunya tome medidas decididas contra el cambio climático, el problema es global; es necesaria una apuesta muy firme a escala mundial para revertir la situación", explica el investigador, que destaca que Europa, China y Estados Unidos son los principales emisores de gases de efecto invernadero. "Se están empezando a tomar medidas y hay esperanza, pero de momento las emisiones siguen creciendo y es necesaria una concienciación planetaria", añade.

En este sentido, Roca explica que, además de tomar medidas para reducir el calentamiento global, los países deben adaptarse a la nueva situación de cambio climático para minimizar su impacto. "El nuevo planteamiento urbanístico debe contar con edificios energéticamente más sostenibles y más zonas verdes que tengan el agua garantizada para reducir el calentamiento de las ciudades", concluye Roca.