Cataluña levanta la excepcionalidad por sequía: ¿quién podrá llenar la piscina este verano?

BarcelonaGracias a las lluvias de esta primavera, que han sido un bálsamo para los embalses de las cuencas internas, el Govern sigue levantando las restricciones que implantó para afrontar la sequía que todavía afecta a Catalunya. El sistema más beneficiado por los aguaceros ha sido el del Ter-Llobregat, que nutre a seis millones de habitantes de las comarcas de Barcelona y una parte de las de Girona. Este escenario permitirá que, a partir de ahora, los 202 municipios que se abastecen dejen atrás la situación de excepcionalidad y retrocedan hasta la fase de alerta. El pantano de Darnius-Boadella, que nutre a 12 municipios del Alt Empordà, también podrá rebajar su nivel de emergencia, pasando de la fase 2 a la fase 1, después de duplicar su reserva de agua en las últimas semanas .

Este cambio de tendencia permitirá suavizar algunos de los límites vigentes, especialmente donde vive mayor población. Las comarcas de Barcelona entrarán en fase de alerta y eso significa que volverán al escenario en el que se encontraba en noviembre del 2022. Esto se debe a que las reservas del sistema Ter-Llobregat se acercan al 40%, una cifra todavía alejada de la zona de peligro, pero muy superior al mínimo histórico alcanzado hace unos meses (14%).

Así, en las zonas en fase de alerta, se podrán rellenar parcialmente las piscinas (públicas o privadas y de acceso colectivo o individual) que tengan sistema de recirculación de agua y que no se hayan vaciado este año . Sí se permitirá el primer llenado de piscinas de nueva construcción o que hayan tenido que vaciarse por obras de rehabilitación, por ejemplo por grietas o fugas de agua. En cuanto a las piscinas con agua de mar, pueden llenarse sólo si no tienen conexión a las redes de abastecimiento y saneamiento públicas.

La fase de alerta también establece una dotación máxima de 250 litros por habitante y día (hasta ahora era de 230 litros). Sin embargo, de momento continuarán las limitaciones de riego de jardines y zonas verdes, la prohibición de llenar fuentes ornamentales, la prohibición a particulares de la limpieza de calles con agua de red y las limitaciones en la limpieza de vehículos. El semáforo de la sequía en fase de alerta también aumenta el agua disponible para otros usos. Por ejemplo, si hasta ahora debía limitarse un 40% el consumo de agua por riego agrícola, ahora se restringe un 25%. Y lo mismo ocurre con los usos ganaderos, que pasan a tener restricciones de agua del 10%, los usos industriales (5%) y los recreativos (30%).

Preocupación por el extremo sur

La Comisión Interdepartamental de Sequera ha tomado este martes estos acuerdos y se prevé que los cambios se hagan efectivos la próxima semana, cuando se publique en el Diario Oficial de la Generalidad de Cataluña. Las restricciones se suavizarán a principios de verano, la época del año con menos lluvia y mayor consumo de agua, pero el consejero de Acción Climática en funciones, David Mascort, aseguró que las reservas dan margen para la "tranquilidad" en los próximos meses. "El año pasado, con menos reservas y sin llover en otoño, no llegó la emergencia [en el Ter-Llobregat] hasta febrero. Ahora tenemos más agua que el pasado verano, consumimos menos y hace pensar que no tendremos el tercer otoño sin lluvia", ha afirmado. Ahora bien, de pasar, añadió, "todavía tendríamos meses por delante de tranquilidad antes de llegar a la emergencia". También ha subrayado que siguen avanzando las actuaciones para incrementar las herramientas de desalinización y regeneración de agua.

Mascort ha subrayado que, desde principios del mes de marzo, las reservas de los embalses del Ter-Llobregat se han más que duplicado, situándose ahora en el 38,5%, y las del pantano de Darnius-Boadella han pasado del 11% a casi el 23%. Ahora bien, tanto él como la portavoz del Govern en funciones, Patrícia Plaja, han recordado que esta mejora de las reservas se ha dado sobre todo en el extremo norte del país, mientras que el sur sigue sufriendo escasez de agua, y que los problemas no han desaparecido. De hecho, en el embalse de Riudecanyes, situado en una zona del interior de Tarragona donde "casi no ha llovido nada", las reservas están al 2%.

El conseller en funciones también expresó su "preocupación por la no licitación" de la segunda desalinizadora de la Tordera en Blanes (Selva). El gobierno español la declaró actuación prioritaria y es, junto a otra planta prevista en el río Foix, una de las infraestructuras clave a largo plazo, para el final de esta década, ha recordado. "En septiembre [en el ministerio de Transición Ecológica] ya tenían el proyecto básico hecho. Estamos en junio del 2024 y siguen con papeles y convenios, sin pujar la obra", se ha quejado el conseller.