Medio ambiente

Las 20 plagas que más preocupan a Catalunya

Especies como el caracol manzana, el mosquito tigre o la oruga del boj amenazan cosechas, bosques y también la salud pública

BarcelonaLo llamamos plagas o enfermedades, enfermedades que afectan a las especies vegetales de los bosques y cultivos y los animales (incluidos los humanos, en algunos casos). Catalunya, como ocurre en todo el mundo, ve cómo la lista de amenazas crece año tras año, empujada tanto por una movilidad creciente de mercancías y personas, como por una climatología que permite a los invasores instalarse en los habitados de aquí y hacerlos suyos.

Lo que se entiende como plaga es muy amplio: "Utilizamos el término para cosas muy diversas con un denominador común: nos comportan un perjuicio", resume el director del Creaf, Joan Pino. Así, este listado de ejemplos destaca 20 especies que figuran entre las prioridades de las administraciones encargadas tanto de velar por el medio ambiente como por la salud pública.

En los campos de cultivo

1.
Caracol manzana

Pomacea maculata

Es un gran quebradero de cabeza en los campos de arroz desde que se detectó por primera vez en 2009. Este molusco gastrópodo invasor rápidamente se extendió por el Ebro y también llegó al Empordà. El combate desde entonces es incesante. Se han probado todo tipo de estrategias para mantenerlo a raya; no es fácil sin que se resienta su cosecha. Últimamente, el Gobierno y el IRTA han encontrado una sustancia natural, la saponina (extracto de camelia), que es efectiva y ahora piden a Europa que la registre para poder normalizar su uso, según explica la directora general de Agricultura y Ganadería, Elisenda Guillaumes. Sin embargo, este año las restricciones por la sequía han favorecido la proliferación de nuevo de la especie en algunos campos y los regantes de la izquierda del Ebro dicen que observan “la peor densidad” vista nunca.

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2.
Mill

Echinochloa

Una maleza que compite con el arroz hasta el punto de que en el 2022 algunos campos no cosecharon porque cuando pasaban la máquina se lo llevaban todo y con tantas impurezas no les salía a cuenta comercializar el arroz. La reducción de fitosanitarios y herbicidas ha privado de herramientas para hacerle frente, reconoce la Generalitat. Se trabaja en siembra en seco y en otros productos que por el momento son menos efectivos.

3.
Mildiu del viñedo

Plasmopara viticola

Es una enfermedad causada por un hongo recurrente que ataca los viñedos. El hongo se asocia a la humedad ya la lluvia y, por eso, en Cataluña, con su clima mediterráneo, no existe una gran afectación permanente sino años de todo. El 2020, por ejemplo, fue un año lluvioso y el mildiu hizo mucho daño con pérdidas de hasta el 50% de la producción en muchas parcelas. Y como un 40% del viñedo en el país es ecológico, los tratamientos de síntesis química no son una opción para combatir la enfermedad y los daños aumentan cuando este hongo ataca.

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4.
Algodón de Sudáfrica

Delottococcus aberiae

El algodoncito de Sudáfrica tiene de inofensivo sólo el nombre. Se trata de un pequeño insecto, una especie de pulgón blanco, que causa estragos en los cultivos de cítricos, como saben bien en la Comunidad Valenciana especialmente. La lucha biológica (y no química) es lo que ha dado recientemente resultados más esperanzadores: se trata de liberar a un parasitoide, elAnagyrus aberíae, que se come el pulgón. Además, en Valencia detectaron que las hormigas transportan el pulgón. Por tanto, mantener a raya a la población también ayuda a reducir el daño del algodón sobre los árboles.

5.
Tuta absoluta

Es uno de los mayores problemas fitosanitarios para el cultivo de tomate mundial. La plaga aterrizó en nuestro país hacia 2006 y el responsable es un lepidóptero minador que ataca principalmente las hojas de la planta, pero que también puede penetrar en el fruto y provocar que quede descartado para la venta por los daños que provoca. Las pérdidas de cosecha pueden ser considerables, y por eso, se trabaja desde el Irta para combatir el insecto con lucha biológica, es decir, introduciendo un enemigo natural de la Tuta, el parasitoideDolichogenidea gelechiidivoris, para que lo elimine.

6.
Xylella fastidiosa

No ha llegado a Catalunya, pero el rastro destructivo que ha dejado por dónde ha pasado esta bacteria, como Baleares, hace que esté bien arriba en la lista de las plagas que más preocupan al Govern. La agresividad de este invasor, para el que no existe tratamiento viable, hace que la política cuando se detecta sea la más drástica: arrancar los árboles de la parcela afectada para que no se esparza. En Baleares ha hecho destrozo a los almendros (se cree que llegó introducido por unos almendros californianos infectados), pero Xylella puede ser letal también para olivos, cítricos o viñedos.

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7.
Avispa asiática

Vespa velutina

Venida del Sudeste Asiático (se cree que por vía marítima acompañando a mercancías de China), esta avispa protagonizó una importante expansión por Europa desde que fue detectada por primera vez en Francia en 2004 y, seis años más tarde, en España . Su voracidad zampando otros insectos supone una amenaza grave para polinizadores como las abejas de la miel y otros insectos autóctonos que forman parte de su dieta. La UE le ha situado como la plaga más agresiva de las 20 que figuran entre sus prioridades a controlar.

8.
Jabalí

Sobre scrofa

El boom demográfico de esta especie (se llegó a calcular que había 200.000 ejemplares en toda Cataluña en el 2022) los ha hecho proliferar en entornos urbanos y también en explotaciones agrícolas. La expansión del bosque y la disponibilidad de alimento han empujado, entre otros factores, a esta natalidad de la especie hasta el punto de que la Generalitat dictó este año la emergencia cinegética en la zona de Girona para que los cazadores actuaran para controlarlo ne la población.

9.
Corzo

Capreolus capreolus

De especie casi testimonial, a un problema por la superpoblación. La reintroducción del corzo en el territorio se hizo en 1995 como parte de una estrategia para ayudar a mantener el sotobosque, pero su voracidad y proliferación (no tiene depredadores) ha llegado también a muchas explotaciones, como en los viñedos, que se quejan de los daños causados por la especie. Desde hace pocos meses, en el Penedès y el Priorat, el Gobierno ha empezado a ensayar un producto repelente natural con un olor que aleja el corzo de las cepas.

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10.
Conejo

Oryctolagus cuniculus

La su proliferación ha sido la pesadilla de muchas explotaciones agrarias en la zona de Ponent este año, hasta el punto de que la Generalitat declaró en marzo la emergencia cinegética y confía en que cuando acabe, en septiembre, se habrán cazado 285.000 ejemplares en un radio de 75 municipios de Lleida. El Gobierno optó por esta solución descartando la aplicación del fosfuro de aluminio, ya que es un "producto tóxico”, recuerda Sanitjas. Después, deberá hacerse un nuevo censo para constatar si ha resultado efectivo para mantener a raya una especie autóctona que se ha visto favorecida por la disminución de cazadores, la sequía y el despoblamiento rural

En los bosques

11.
Procesionaria del pino

Thaumetopoea pityocampa

Es una plaga autóctona a la que las condiciones climáticas le están poniendo todo de cara para que viva la mar de bien y ataque de manera fatal muchos pinares. El insecto lepidóptero se alimenta de la hoja de los pinos ya simple vista se detecta porque forma una especie de penachos blancos y porque el árbol atacado sufre una grave defoliación. En inviernos en los que hiela, gran parte de la población de la plaga muere, pero frente a inviernos más suaves como los últimos, el boom de la población es un hecho.

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12.
Escaldado del corcho

Diplodía corticola

Es una de las pesadillas para los alcornoques del país, un hongo autóctono que se aprovecha del orificio que abre un insecto perforador (el vector) para esparcirse e ir matando toda la parte de la corteza, que es la que debe producir el corcho. Los tratamientos que se hacían funcionaban, pero ahora el fungicida preventivo habitual ha sido prohibido por la UE, que le considera demasiado contaminante. Se están estudiando nuevos productos para frenar la diplomadia, según la directora de Ecosistemas Forestales y Gestión del Medio, Anna Sanitjas.

13.
Carcoma del corcho

Coraebus undatus

Los perforadores del corcho como este coleóptero autóctono hace tiempo que se monitorizan para combatir la amenaza que suponen para un sector económico como el de la industria corchera. La carcoma es un escarabajo que coloca sus larvas entre la parte de la madera y la corteza del alcornoque, la capa madre donde se produce el corcho. Vive muchos años y hace galerías y, por eso, es difícil detectar hasta que el mal sobre el corcho ya está hecho. Ahora se ensayan métodos como trampas de captura que desprenden compuestos atrayentes (similar a las feromonas) para capturar el insecto cuando sale de debajo de la corteza para emparejarse.

14.
Oruga del boj

Cydalima perspectalis

La llegada de este lepidóptero foráneo ha hecho estragos en los bojedes en lugares de alto valor natural de buena parte del país. De hecho, ya se ha detectado la oruga en 24 comarcas y se calcula que existen 180.000 hectáreas afectadas. El impacto sobre los ecosistemas es grave porque, aunque no hay aprovechamiento económico (como sí ocurre con el corcho), cuando el insecto entra lo arrasa todo. Las estrategias para detenerlo se están todavía ensayando, tanto predadores naturales como lucha biológica, y se aplican de forma selectiva para ver su eficacia. El avance de la plaga está favorecida por las condiciones climáticas, la disponibilidad de alimento (ya han atacado a un tercio de los bojes), que les da gran capacidad de reproducirse.

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15.
Perforador del pino

Tomicus

Un escarabajo letal que ha sentenciado a miles y miles de pinos. Se trata de una especie autóctona que ha ido tomando mayor importancia con el impacto del cambio climático. Los pinares afectados se identifican porque las copas de los árboles adquieren un color entre grisáceo y marrón. Para combatirlo es necesario talar pinos enfermos (con daños irreversibles) y quemar después la madera para asegurarse de acabar con el insecto.

16.
Nematodo del pino

Bursaphelenchus xylophilus

La grave enfermedad que provoca este nematodo en el pino, sitúa a la plaga como una de las amenazas prioritarias a vigilar a Europa en el ámbito forestal. Originario de EEUU, este organismo se detectó por primera vez en Portugal a finales de los 90, pero ya venía de hacer graves destrozos en Japón. En su dispersión, le ayuda un insecto coleóptero que le facilita la entrada en el árbol para infectarlo y provocar un repentino decaimiento del pino en cuestión. No está presente en Cataluña y la estrategia preventiva consiste en ir realizando prospecciones de vigilancia. En caso de detección, la actuación es la más agresiva: cortar y quemar los árboles para que no se esparza.

En los entornos urbanos

17.
Mosquito tigre

Aedes albopictus

Llegado desde el Sudeste Asiático, este mosquito con patas rayadas negras y blancas fue detectado por primera vez en España en 2004. Hoy está totalmente implantado en toda la franja litoral catalana y avanza hacia zonas más interiores empujado por una climatología más suave por el cambio climático. Ha encontrado en entornos urbanos un hábitat para reproducirse: en cualquier lugar donde haya un poco de agua estancada (jarrones en el jardín y pequeños recipientes de todo tipo). La alerta por su picadura, aparte de más molesta que la del mosquito autóctono, viene por su capacidad para transmitir enfermedades como el zika o la fiebre amarilla, que pese a ser propias de otras latitudes, comienzan a manifestarse también en Europa con algunos casos declarados en los últimos años. Por ello, se realizan actuaciones preventivas y un seguimiento de su presencia y han surgido iniciativas de ciencia ciudadana como Mosquito Alert.

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18.
Cucarachas

Periplaneta americana

Las cucarachas son una de las plagas estrella en las ciudades, sobre todo últimamente la cucaracha americana (llamada del alcantarillado). Aunque viven todo el año es en verano, y especialmente los secos como este año, cuando salen y se vuelven aún más presentes en la calle y también en muchos hogares. Muy adaptada a vivir con los humanos, donde encuentra alimento de todo tipo para sobrevivir, las actuaciones para mantenerla a raya en tuberías, desagües o alcantarillado están motivadas sobre todo por la salud pública, ya que pueden causar contaminación con bacterias -como la salmonela- otras enfermedades.

19.
Rata común

Rattus norvegicus

La rata común es seguramente la plaga más habitual en las ciudades y la más combatida por los municipios con actuaciones de saneamiento. Habitual de las cloacas, gris y de cola larga, suele salir a la calzada por los sumideros. Los expertos de ADEPAP aseguran que cada vez pierde más el miedo a dejarse ver y que las condiciones climáticas favorecen que pueda reproducirse todo el año. Además, en los últimos años también ha proliferado otra especie, la rata negra (Rattus rattus), también conocida como "equilibrista" porque sube al cableado con facilidad y también a los nidos de arriba de las palmeras.

20.
Paloma

Columba livia

La superpoblación de palomas en algunas ciudades ha motivado actuaciones regulares por motivos de salud pública, puesto que se trata de aves que pueden ser portadoras de enfermedades. Aparte del método de la captura para controlar las poblaciones, municipios como Barcelona o Reus han optado desde hace pocos años por administrar pienso esterilizante que evite que se reproduzcan (la nicarbacina).