40 años de la ley que introdujo el valenciano en la escuela

ValenciaEntidades como Escola Valenciana, Acció Cultural del País Valencià, Plataforma per la Llengua, El Tempir o Intersindical Valenciana han celebrado esta semana el 40 aniversario de la ley de uso y enseñanza del valenciano (LUEV), que se aprobó el 23 de noviembre de 1983. Las asociaciones han aprovechado los diferentes actos, que se completarán este domingo por la mañana en el colegio Joaquim Sorolla de Alicante, con una jornada festiva, para hacer balance de la norma y señalar los avances logrados, pero también las carencias.

La primera en valorar la ley ha sido la plataforma Alicante por el Valenciano –coordinadora que conforman hasta 25 organizaciones, entre ellas, las citadas–. En un manifiesto, la coordinadora ha destacado que la LUEV "ha hecho posible la introducción de la lengua en el sistema educativo y en la administración", pero ha carecido de "mecanismos suficientes" para conseguir "la plena normalización del uso social del valenciano en todos los ámbitos comunicativos". Para Alicante por el Valenciano –bautizada así en recuerdo de la ciudad donde se aprobó la LUEV–, la "aplicación de la ley ha sido claramente insuficiente" porque "no se ha alcanzado el objetivo de la equiparación efectiva con el castellano".

Algunas de las entidades que forman parte de la coordinadora también han hecho pública su valoración. Una de ellas ha sido la Plataforma por la Lengua, que ha insistido en que "la celebración no puede ocultar que nadie ha velado nunca para que la ley se aplicara por completo". En este sentido, y mediante un comunicado, la asociación ha señalado algunos déficits de la aplicación de la norma como "la ausencia del valenciano en ámbitos como la señalización vial o la toponimia" o "la inexistencia del valenciano en la gran mayor parte de los medios de comunicación". En cuanto al ámbito educativo, la Plataforma por la Lengua ha llamado a las familias y las administraciones a fomentar la matriculación de los niños en programas con alta presencia del valenciano y ha reclamado que "los centros educativos tengan presente la necesidad de una mayor presencia de la lengua propia en la escuela".

Otra organización crítica con la aplicación de la LUEV es la Intersindical Valenciana, que se ha felicitado porque con la ley "el conocimiento de la lengua ha aumentado gracias al enseñanza", pero que lamentó que este conocimiento "no se ha trasladado a la calle". "Después de 20 años de gobiernos del PP (1995-2015), la enseñanza en valenciano nunca llegó a sobrepasar el 30% de nuestro alumnado por los obstáculos que la administración ponía para implementar las llamadas líneas en valenciano. Asimismo, los programas de incorporación progresiva, pensados ​​para ir incrementando paulatinamente las asignaturas que se impartían en valenciano, mayoritariamente nunca pasaron de los límites establecidos", ha destacado el sindicato en un comunicado.

No a la exención lingüística

La Intersindical también ha apuntado que la exención del valenciano en las comarcas castellanohablantes, establecida en el Estatut y en la LUEV, "es un obstáculo para el aprendizaje de la lengua en todo el territorio", además de un hecho "absurdo y discriminatorio". En cuanto a ley de plurilingüismo de 2018 aprobada por el gobierno del PSPV, Compromís y Unidas Podemos, lamentó que "hizo desaparecer las líneas en valenciano".

Sobre el uso social, la Intersindical ha denunciado "las vulneraciones habituales contra personas valencianohablantes en ámbitos como el comercio, los servicios, el ocio o la administración, con el crecimiento constatado de discriminaciones provocadas también por administraciones obligadas a cumplir con la LUEV”. En este sentido, afirman que el anterior gobierno progresista "perdió una oportunidad de oro para actualizar la LUEV o sustituirla por una ley de igualdad lingüística con la que "potenciar el uso del valenciano, garantizar la protección de los valencianohablantes y eliminar la exención".