Cristina Lagé: "Trabajamos para acercarnos a los visitantes de manera innovadora, auténtica y experiencial"
Directora general de Turismo de la Generalidad de Cataluña
En 2023, 12 millones de turistas visitaron Barcelona. La sensación, incluso entre el 68% de los turistas, es haber alcanzado el límite. ¿Qué reflexiones despiertan en el seno del sector estos datos?
Es necesario hacer entender que el turismo es una actividad positiva para nuestra economía y para la sociedad. En el último año, el sector ha movido 15.000 millones de euros en ingresos, cantidad que coincide con el coste que tiene la sanidad catalana. Por tanto, tiene un gran retorno económico y no podemos, pues, hablar del turismo de cualquier manera, sino que debemos hacerlo con mucho rigor. El turismo es una fuente que genera prosperidad en Cataluña, pero debe gestionarse correctamente y regularlo. Deberemos discutir con ayuntamientos, diputaciones, los diferentes grupos parlamentarios y con el mismo sector para buscar puntos de conexión.
Es obvio que estamos ante un cambio de paradigma en el sector turístico. Pero el turismo no cambia, sino que cambia a la sociedad. En este sentido, debemos repensar qué modelo turístico queremos para la sociedad del siglo XXI. Y eso supone impulsar un modelo de turismo sostenible en el que se apueste por atraer a turistas que sean respetuosos, personas que conecten con el destino y que tienen derechos y obligaciones, que nos enriquezcan no únicamente en el ámbito económico. Y trabajar por mejorar la calidad del trabajo de las empresas turísticas.
¿En qué atributos del país se sustentará este renovado modelo? Es decir, ¿qué elementos de los que ya disponemos lo harán posible?
El modelo turístico debe evolucionar para adaptarse a las nuevas exigencias de una sociedad también cambiante. Han surgido nuevas formas de comercialización, estamos en un entorno muy voluble donde todo se ha flexibilizado, hay que caminar hacia la sostenibilidad del sistema, y, por tanto, lo primero que necesitamos es una nueva ley de turismo que se adapte a las necesidades actuales, puesto que la última ley es de hace 20 años. Se ha ido adaptando a trocitos, pero ahora hay un cambio de paradigma y la ley debe reflejarlo, junto con un Plan territorial del turismo que nos debe servir para dar respuesta a la diversidad de Cataluña.
Esta nueva ley debe amparar derechos y deberes de los visitantes, debe velar por la protección del medio ambiente y convertir al sector en un trampolín para la digitalización del país. Aquí quiero resaltar que debe reforzarse el perfil del turista responsable, consciente, un turista que se sienta residente temporal y que sea respetuoso con el destino. Si entendemos que la filosofía del turismo va hacia ahí, cambia todo.
La diversificación es un elemento clave en todo. Si tuviera que destacar sólo cinco propuestas para que el visitante descubriera nuestro país en los próximos meses, ¿cuáles elegiría?
Me adentraría en recorrer el territorio con el Grand Tour de Cataluña, una ruta circular que permite ir descubriendo la gran variedad de paisajes, ciudades y pueblos con un patrimonio cultural e histórico único que tenemos en Cataluña. Me dejaría sorprender por la diversidad de los Pirineos, perfectos para practicar senderismo, disfrutar de actividades de aventura durante todo el año o conocer iglesias románicas y pueblos con encanto como Taüll, Beget o Castellar de n'Hug. Pasaría unos días en familia en los destinos de turismo familiar, con una infraestructura que permite disfrutar de vacaciones adaptadas a los más pequeños. Probaría la cultura del vino, un elemento fundamental de nuestro territorio, disfrutando de una actividad de enoturismo en una de las 12 DO que tenemos en Cataluña. Finalmente, acabaría con una buena comida, aprovechando que en 2025 Cataluña será Región Mundial de la Gastronomía, un reconocimiento internacional en la cocina de autor y también en los platos tradicionales, los productores y la calidad del producto que ofrecemos.
También preocupan las condiciones laborales y la falta de personal cualificado en el sector. ¿Cómo revertir estas dos situaciones sabiendo que, según un reciente informe de CaixaBank Dualiza, entre 2023 y 2035 se prevé que el sector genere 2,3 millones de oportunidades laborales?
El turismo genera entre el 12% y 15% del PIB y detrás de este sector existen muchos puestos de trabajo. Uno de nuestros objetivos y una de las cuestiones que más me preocupa es hacer que se conviertan en puestos de trabajo de la máxima calidad, porque esto también es sostenibilidad. Cuando vamos a tomar una cerveza no queremos que el camarero o la camarera que nos sirve no llegue a fin de mes, ¿verdad? Esto ya no lo admitimos y entendemos que esa persona tiene los mismos derechos que cualquier otro profesional. Hay que potenciar la formación en el sector turístico y prestigiar a todo el mundo que trabaja. Turismo de calidad es también que los trabajadores de la industria turística tengan trabajo todo el año.
Durante el último foro de ACAVe, en el que participó, insistió en que es necesario reflexionar para saber qué queremos ser, cómo vender el país y cómo somos como territorio. Si tuviera que describir brevemente este propósito, ¿cómo lo haría?
Somos un destino turístico muy especial porque tenemos unas características que pocos destinos tienen, y es la gran diversidad de la oferta y atractivos turísticos. De norte a sur y de este a oeste acumulamos cultura, gastronomía, naturaleza, productos y actividades de litoral, pero también interior y montaña, deportivas... Una riqueza que nos permite ser muy atractivos para los visitantes. Pero a su vez nos obliga a explicarnos muy bien quiénes somos y qué turismo queremos. Aquí los turistas deben comportarse como residentes temporales, con deberes y obligaciones como los ciudadanos. Es necesario un turismo que se integre bien, que sea positivo para la sociedad. Otra cosa no es una opción.
¿Cree que hay que seguir explorando esta triple vertiente de turismo personalizada, singular y con propósito? ¿Es el futuro, junto con propuestas cada vez más sostenibles y en armonía con el entorno en el que se llevan a cabo?
Permita que empiece respondiendo a la segunda cuestión. Sí rotundo. Debemos trabajar para hacer un destino al máximo de sostenible. Y prueba de ello es que lo primero que hemos hecho es poner sobre la mesa 45 millones de euros para impulsar actuaciones encaminadas a mejorar la eficiencia hídrica y el ahorro energético de los alojamientos turísticos. De estos 45 millones de euros, 27 proceden del impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos y el resto de los fondos Next Generation.
En cuanto a impulsar un turismo personal, singular y con propósito, desde la Agència Catalana de Turisme se trabaja para acercarnos a los visitantes de manera innovadora, auténtica y experiencial para posicionar Cataluña como un destino moderno que tiene en cuenta la sostenibilidad y el respeto al territorio y sus habitantes. Se fomenta la segmentación de nuestro turista, es decir, buscamos atraer a unos visitantes determinados en sintonía con el nuevo modelo de turismo que queremos impulsar y mediante el marketing inteligente que identifica a los visitores persona.Queremos poner al residente y al visitante en una misma ecuación porque el turismo nunca más puede ser entendido como un visitante que se mira al país de forma lejana.
¿Qué otros retos de futuro tendrá que enfrentar el modelo turístico catalán en el corto plazo?
Debemos integrar en el modelo turístico la idea de que el turista pasa a ser un residente temporal del destino que visita, con sus derechos y obligaciones en la sociedad y el entorno en el que se encuentra. En ese cambio de mentalidad reside todo, porque el turista también debe colaborar en esa sociedad para que funcione. Otro reto muy importante es la revalorización de esta industria. El turismo genera cerca de 15% del PIB catalán. Detrás de este sector estratégico hay muchos puestos de trabajo, un 12% del empleo, y debemos velar por que sean trabajos de máxima calidad.
Cabe decir que este cambio de paradigma ya se está produciendo, con un moderado crecimiento del número de visitantes. Este verano las llegadas de turistas a Cataluña se han mantenido estables, con un 0,3% más de turistas que en verano de 2023, mostrando que se están aplicando medidas que priorizan otros factores, como buscar la calidad por encima de la cantidad. Es vital seguir redistribuyendo los flujos turísticos y potenciar eventos culturales, científicos y empresariales que refuercen la reputación de Cataluña como un destino de turismo de calidad.