La necesaria transición energética

¿Cómo se almacena la energía? Las nuevas soluciones, vitales para el modelo energético del futuro

Encontrar sistemas que permitan conservar la energía renovable de forma eficiente es clave para seguir avanzando en la descarbonización de la economía. Desde Cataluña, empresas como InnoEnergy ya dedican esfuerzos

Hoy en día, en Cataluña, tan sólo un 15% de la energía eléctrica que se consume proviene de fuentes renovables. El 85% restante se genera mayoritariamente mediante la energía nuclear. Pero este panorama debería tener los días contados. Por un lado, porque las centrales nucleares tendrán que cerrar, como mucho, en el 2035; por otro, porque el gobierno de la Generalidad de Cataluña se ha comprometido a llegar a 2030 con un 50% de la demanda eléctrica cubierta por fuentes renovables. El proceso de transformación del modelo energético catalán lleva años empezando, pero los plazos empiezan a acortarse y el sector se prepara para apretar el acelerador.

En el marco de estos cambios, existe un factor esencial: el sector debe encontrar la tecnología más adecuada para poder almacenar la energía renovable. La electricidad generada a través de los molinos eólicos, de la fuerza del agua o de las placas solares debe poder fabricarse cuando las condiciones climáticas lo permiten y reservar para utilizar cuando haya momentos de poca producción. Con el proceso de descarbonización energético avanzando a marchas forzadas, el sector ha visto nacer un montón de soluciones innovadoras para almacenar la energía.

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"El despliegue del almacenamiento está muy ligado al propio despliegue de las fuentes renovables", corrobora Joan Ramon Morante, director del Instituto de Investigación en Energía de Catalunya (IREC). Para él, la capacidad de almacenar la energía es una prenda esencial y básica en la transición energética, junto con las fuentes renovables. "Para garantizar la estabilidad y la regulación de la red eléctrica es necesario disponer de sistemas como estos para llevar a cabo una gestión inteligente de la energía", prosigue. Del éxito de estos almacenes energéticos dependerá la reducción del uso de fuentes de energía de origen fósil y, por tanto, la disminución de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.

Una tecnología en expansión

Actualmente, entre las tecnologías más utilizadas para almacenar la energía renovable se encuentran las baterías de litio, los sistemas de bombeo hidráulico, los depósitos del hidrógeno verde –para algunos expertos, el combustible del futuro– y los de aire comprimido , que se ubican en depósitos bajo tierra. "Durante los últimos años, el almacenamiento de energía ha experimentado una notable transformación en Europa, impulsada principalmente por la necesidad de descarbonizar el sistema energético, mejorar su eficiencia y asegurar una integración eficaz de las energías renovables", advierte Pedro Riera, director de inversiones de EIT InnoEnergy.

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La empresa, con sede en Barcelona y asociada al Clúster de la Energía Eficiente de Catalunya (CEEC), trabaja desde hace años para impulsar la transición energética mediante la innovación. Entre sus creaciones en el campo del almacenamiento de energía destacan las baterías avanzadas y los almacenes para guardarlos a gran escala. "Utilizamos tecnologías como las baterías en estado sólido, que permiten una mayor seguridad y densidad energética, así como innovaciones en baterías de ion-litio más eficientes", aclara Riera. También han avanzado en el reciclaje y reutilización de las baterías. "Impulsamos proyectos que extienden el ciclo de vida de las baterías de los coches eléctricos, por ejemplo, reutilizándolas para fomentar la economía circular en el sector", continúa.

Las innovaciones del sector

La búsqueda en el campo del almacenamiento de energía está dando su fruto. "El mayor abanico de baterías que existen y la bajada de costes que están viviendo está permitiendo una progresiva introducción de sistemas de almacenamiento de energía eléctrica", diagnostica Joan Ramon Morante, del IREC, también miembro asociado del CEEC. Para él este escenario es el preludio de una gestión más inteligente de la energía, tanto en comunidades energéticas como en empresas de las fuentes de energía renovable. "Ya existen iniciativas de plantas de almacenamiento con contenedores de baterías que actúan como consumidores y como generadores, según la demanda y precios", completa. "Los avances tecnológicos han permitido que los sistemas de almacenamiento sean más eficientes, con ciclos de vida más largos y más baratos de instalar", analiza Riera. Según el experto, esto facilitó que tanto empresas como gobiernos estén invirtiendo más en almacenamiento a gran escala, lo que está acelerando la transición hacia un sistema energético más sostenible.

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Ahora bien, en Catalunya, el despliegue del almacenamiento todavía tiene camino por recorrer. "A falta de fuentes de energía renovable, Cataluña también queda en la cola en las posibilidades técnicas de almacenar energía renovable, producir hidrógeno verde u otros vectores energéticos como el metanol verde, que sí se producen en otras localizaciones de España" , termina Morante.