El análisis de Antoni Bassas: 'Así debería ser el pacto para la financiación entre ERC y los socialistas'

Tras la reunión en Madrid del Consejo de Política Fiscal y Financiera, hoy leerán a dos titulares sobre financiación. Uno dice que las autonomías del PP y del PSOE rechazan la financiación singular para Catalunya, lo que no es noticia. Y el otro titular dice que las comunidades recibirán una lluvia de millones, 147.000 millones, casi un 10% más que este año. A ver, no es que Pedro Sánchez se haya vuelto generoso de repente, sino que se ha limitado a cumplir lo establecido. El dinero que reciben las autonomías está ligado a los ingresos que el Estado obtiene vía impuestos. Y en los últimos años el Estado está obteniendo ingresos récord en impuestos, gracias a la inflación: si los precios suben, los ingresos vía impuestos suben y, por tanto, el reparto entre las autonomías también debe ser récord. Igual ocurre con ello que el Estado permitirá a las autonomías un déficit del 0,1%. Bruselas pacta que le permitirá a España un déficit del 2,5% El Estado se queda un 2,4% y cede un 0,1% a las autonomías.

Sobre que la financiación catalana no encuentre adeptos, no sólo era prever, sino que en estas reuniones del Consejo de Política Fiscal no se negocia nada. Se va a escuchar lo que el Estado dispone, porque el Estado tiene siempre la mayoría de votos; las autonomías explican su posición y hacia su casa. Y además, la vicepresidenta Montero hizo lo de decir que no hay acuerdo para un cambio en el sistema porque las autonomías sólo miran por ellas y no se ponen de acuerdo.

Si las cosas están así, ¿qué posibilidad debe renegociar el sistema de financiación de la Generalitat? Esto es lo que están negociando el PSC y Esquerra, en contacto constante con el PSOE, porque si ERC pacta un cambio estructural de financiación, eso supera al PSC y debe bendecirlo el PSOE. Porque si Catalunya debe disponer de más dinero, y ese dinero no puede salir de lo que les toca a las demás autonomías, entonces deben salir del Estado. Y a Esquerra no le vale un acuerdo coyuntural, lo de más dinero para el próximo año. Primero, porque solo se aprovecharía Isla y, después, porque el pacto deben votarlo los militantes del partido, que, obviamente, no se conformarán con cualquier cosa. Ya oímos ayer a Marta Rovira diciendo que quería un acuerdo para finales de este mes. Lógico, primero por no negociar con prisas ya última hora. Y segundo, porque necesitará varios días para convencer a las bases de que el acuerdo es favorable. ¿Tiene incentivos la dirección de Esquerra para lograr un acuerdo? Sí, el de ahorrarse una repetición electoral debiendo buscar a un nuevo candidato, sin presidente del partido, con la secretaria general de retirada y facilitando una repetición electoral que le daría una vida extra electoral al gran rival independentista, Carles Puigdemont. Aquí se cogen los socialistas, pero Rovira es consciente de que o hay una ganancia clara en el acuerdo o profundizaría en la precariedad del partido diciendo que sí.

Por cierto, Foment, Pimec, el RACC, las 13 cámaras de comercio catalanas… Hay un clamor empresarial que pide reformar el sistema “que asegure la autonomía financiera, mejore significativamente la capacidad de gestión de los tributos y garantice el principio de ordinalidad ”. Nada nuevo tampoco. En cuestiones de dinero, en el Estado los clamores catalanes le entran por una oreja y le salen por otra, y la política catalana no tiene mucha habilidad en hacerse oír. Ahora existe una oportunidad. A ver.

Buenos días.