El análisis de Antoni Bassas: 'El fraude de este no traspaso integral de Cercanías'
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La semana ha empezado entrando por la puerta grande. El traspaso de Cercanías a la Generalitat tal y como nos lo habían contado, ya no será. Los sindicatos han forzado a que el nuevo operador de Cercanías sea una filial de Renfe, una nueva empresa dentro de Renfe que hará que los trabajadores tengan el mismo convenio.
Renfe contará con la participación mayoritaria en el capital de la nueva empresa, mientras que la Generalitat controlará el consejo de administración y, en la práctica, la dirección: tendrá la presidencia y el voto de calidad. En concreto, la nueva empresa tendrá una mayoría de Renfe Viajeros, el 50,1%, mientras que la Generalitat se quedará con el 49,9% de una empresa que tendrá 4 consejeros nombrados por Renfe, 4 por la Generalitat y la presidencia del consejo de administración puesta a propuesta de la Generalitat. O sea, que los trabajadores continuarán en la misma empresa y no pierden el convenio colectivo.
Esto es un cambio sustancial del acuerdo de traspaso de Cercanías a la Generalitat, porque Cercanías se mantiene bajo el control de Renfe, no de la Generalitat.
¿Qué tipo de acuerdo era lo que el PSOE firmó con Esquerra? Si en la primera dificultad, como es una reivindicación sindical, ya no se puede honrar la palabra dada, esto no es un acuerdo, es un fraude. Al PSOE, que ahora gobierna, le han temblado las piernas frente a las huelgas, o quizás en el fondo ya le está bien. ¿Dónde estaba el problema? Como si cientos de miles trabajadores no hubieran sido transferidos a la Generalitat a lo largo de estas décadas.
Eso sí, anoche quedó desconvocada la huelga de maquinistasprevista para esta mañana y los siguientes días.
Y sin embargo, esto no ha impedido que haya habido trenes cancelados, la R1, R3 y R4 con retrasos por el problema de un tren en Plaza Catalunya, o sea el pan nuestro de cada día. Había viajeros que se quejaban en TV3 de que esto era una huelga encubierta.
Sea como fuere, este no traspaso es un fraude a la letra y el espíritu del acuerdo. Si había algún traspaso justificado era éste. No es que por el mero hecho de ser gestionados por la Generalitat los trenes tengan que ir mejor, pero tenemos tres certezas: gestionados por el Estado son un desastre (que ahora se está corrigiendo), los trenes que gestiona la Generalitat funcionan, y la decisión de esta noche ha puesto por delante los intereses corporativos de unos miles de trabajadores por encima del interés general. impropia del mucho dinero que pagamos con nuestros impuestos.
Hoy, en su columna, Francesc Canosa recuerda unas palabras de Enric Prat de la Riba de 1914:
"No hemos hecho la Mancomunidad para tener una mayor diputación, ni para dar al alma catalana un pequeño cuerpo de administración subordinada, secundaria: una provincia... Todos queremos para Catalunya un cuerpo de estado". Más de un siglo después, este tren sigue llegando con retraso.
Buenos días.