El análisis de Antoni Bassas: 'Pujol, una cosa es votar Junts y la otra hacerse militando'
La semana comienza marcada por Valencia, y lo que nos espera. Hoy sabemos que el día de la riada, el teléfono 112 ya estaba colapsado de llamadas de gente que temía por su vida. Los mecanismos de prevención del gobierno valenciano fallaron estructuralmente. Y Mazón diciendo que él no tenía por qué ir al centro de coordinación, que ya había técnicos para tomar decisiones. No se puede ser barrido para salvarse de un almuerzo que le perseguirá toda la vida. Luego lees que las comunidades gobernadas por el PP han rebajado el IRPF y dejarán de recaudar 2.200 millones entre 2023 y 2029. Madrid dejará de recaudar 1.000 millones, Valencia 282 y Andalucía 255. Después no tenemos dinero para una unidad de emergencias , damos dinero a los toros por imperativo de Vox y, sobre todo, ponemos el grito en el cielo si los catalanes no pagan su parte.
Mientras, el calendario nos trae otra noticia. Ayer cumplió 50 años de la fundación de Convergència Democràtica de Catalunya. Fue en Montserrat, el 17 de noviembre de 1974, en total clandestinidad porque todavía faltaba un año para que muriera Franco, y aquellos primeros convergentes subieron a Montserrat en medio de miles de barcelonistas que habían subido a Montserrat a celebrar el 75 aniversario del Barça.
Por eso ayer publicamos lentrevista del ARA a Jordi Pujol en el curso de una comida, el pasado viernes. Pujol ya tiene 94, y ni la edad ni un reciente ictus le impiden defender sus ideas con la convicción de siempre. Y ahora que se lo preguntan, la idea es que disolver Convergència fue un error, aunque, hacia el final, la sociedad catalana viraba hacia el soberanismo, o hacia un independentismo nada disimulado.
"El fracaso de CDC fue que en un momento determinado se produjo un chasquido. Había gente que empezaba a pensar que... En fin, que debíamos ser más audaces y que debíamos ser más atrevidos, ¿no? Pero bueno , es igual. No lo sé. Estalló. entre todos no fue adecuada.
Pujol gobernó durante 23 años, de los cuales 11 con mayoría absoluta, y ese éxito es suyo. De su obsesión por el país, de su conocimiento del país, de cómo conectó con sectores muy diferentes, de cómo venció a unas izquierdas siempre fuertes en Catalunya… La disolución vino por la confesión de la deja, en un momento en que los casos de corrupción ya eran insoportables. Pujol pensó que explicando la deja pagaría una penitencia, pero la sociedad había cambiado. Había cambiado tanto que los convergentes se deshicieron de él y del partido. Y ahora que incluso Illa ha rehabilitado a Pujol, muchos son los que piensan que fue un error disolver Convergència y que ya no sea posible rehabilitarlo. Queda Juntos. Pujol no se ha hecho ni se hará de Junts. Vota Junts, quizá sin entusiasmo, pero Convergència fue la obra de su vida. Y, curiosamente, tiene en el socialista Salvador Illa un atento imitador de esa centralidad.
Buenos días.