Castillos

Biel Duran: "El grupo humano y de confianza de un grupo casteller o de una compañía de teatro son muy similares"

El actor ha mezclado su pasión por los castells y la interpretación en varios proyectos a lo largo de su vida

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Biel Duran en el Petit Celler de la calle Beethoven

Los castells fueron la puerta de entrada de Biel Duran al mundo de la interpretación. Con diez años, cuando formaba parte de los niños de los Minyons de Terrassa, la casualidad hizo que fuera el elegido para ser uno de los protagonistas de la película La teta y la luna, de Bigas Luna, ambientada en Valls y con los castillos de trasfondo. A partir de ahí, el actor ha interpretado otros papeles del auca mezclando castillos y su profesión.

¿Cómo llega al mundo de los castillos?

— Fue totalmente familiar. Mis padres hacían castillos con los Vailets de Gelida. Al cabo de unos años los Minyons de Terrassa nos propusieron ir con ellos y nosotros fuimos porque teníamos ganas de ir a un grupo grande.

Y de repente comienza su etapa profesional con la película La teta y la luna.

— Fue pura casualidad, yo no había hecho ni los pastorcillos. Estaba ensayando con los Minyons y apareció un equipo de casting del Bigas Luna. Fui a realizar una prueba sin ser muy consciente de lo que estaban haciendo. Con el paso del tiempo me fue picando el gusanillo y he decidido convertir esta casualidad en una vocación, pero al principio era un juego muy raro.

En Nizaga de poder vuelve a hacer el papel de un casteller.

— Ya habíamos grabado un pedazo de la serie y, como estaba ambientada en el Penedès, teníamos la excusa ideal para que el personaje empezara a hacer castillos. Fue un regalo poder compatibilizarlo y que tuvieran esa presencia en una serie que miraba a todo el mundo.

Tanto en el mundo de los castells como en el de la interpretación conviven distintas generaciones. ¿Encuentra similitudes?

— Tanto en el teatro como en los castillos ensayamos. Ya es algo que dice mucho sobre el tipo de actividad que son. Después, el grupo humano y el nivel de confianza que se consigue en un grupo casteller o en una compañía de teatro son muy similares. Son dos actividades que comparten la pasión y parte de exposición al público. Tanto en el teatro como en los castells, si no se trabaja bien en equipo y no se confía en los demás, no puede hacerse absolutamente nada.

Al cabo de varios años vuelve a vincularse a los castells en retransmisiones y al programa de castells de TV3. ¿Tiene más exigencia para demostrar conocimientos castellers?

— Nunca me hizo sufrir la parte de exigencia porque el rol que yo quería desempeñar no era el de un experto. Yo había hecho castells en un momento determinado de mi vida, pero no soy un analista técnico. A mí me interesaba mucho más acercar los castells a aquellos que no sabían muchas cosas.

¿Volver a estar en contacto con los castells le reengancha?

— Totalmente. Los había dejado de seguir e iba muy de vez en cuando a ver a los Minyons. Ahora me he vuelto a enganchar y necesito ver castillos con bastante regularidad.

Últimamente, ha escrito el cuento infantil El secreto de la faja. ¿Cómo es vivirlo desde la creación?

— Me hizo mucha ilusión que los Castellers de Sants me lo propusieran porque hacía tiempo que le daba vueltas. Escribir algo sobre castells hace mucho respeto, sobre todo si es ficción, porque es complicado decidir qué quieres contar. Sabía que quería hablar de una serie de cosas que a mí, de pequeño, me preocupaban: cómo enfrentarse a los miedos, cómo hablar con los adultos sobre algunos temas, la memoria del grupo...

La última propuesta es la nueva serie de Leticia Dolera 'Pubertat', que trata un tema delicado, como es el caso de un abuso en un grupo.

— Leticia es muy valiente para afrontar un tema como éste. A priori tenía un cierto miedo a ver por qué había escogido los castells para hablar de ese descubrimiento sexual entre adolescentes y del tema de los abusos. Enseguida, cuando he leído el guión, me han pasado todos los miedos porque se entiende perfectamente. Leticia se mueve en una línea muy fina y sabe perfectamente lo que quiere contar y por qué lo sitúa en el mundo casteller.

¿Aún tiene algo pendiente en el que te gustaría mezclar los castells y su profesión?

— Siempre he tenido ganas de mezclar ficción y castillos desde la escritura o dirección. También me gustaría poder plantear algunos formatos y encontrar alguna forma de que los castells lleguen al público a través de la televisión.

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