El castillo más popular: la afición por los pilares caminando gana territorio
Cada vez más grupos se suman a contar con un pilar caminando propio, un castillo que levanta gran pasión entre los aficionados
Sea poco a poco oa paso rápido, a pie plano o en escaleras, los pilares andando han ido ganando adeptos. Varias colles están añadiendo este rasgo singular, mayoritariamente por fiesta mayor, en un castillo que tiene un gran seguimiento de la afición por los diversos puntos del recorrido. Los largos recorridos también hacen que a veces haya que cambiar el bajo y los componentes de la piña a medio camino.
La ciudad con más tradición del pilar caminando es, sin duda, Tarragona. La primera referencia data de 1841, aunque el autor del libro El pilar caminando. El hecho diferencial tarraconense, Joan Boronat, comenta que "el diario habla de ello no como algo único y extraordinario, sino que da la sensación de que era algo que el periodista ya había visto anteriormente". Boronat también asegura que el pilar caminando "une a todo el público" independientemente de los conocimientos castellers. "Ya sea experto o no, es muy fácil de valorar", sostiene.
Al terminar la actuación del día de la Mercè, las cuatro colles inician su pilar en la plaza de les Cols y, después de subir y bajar las escaleras, la suben hacia la plaza de la Font. En total son unos 500 metros, a los que se suma la dificultad de las bajadas y giros del camino.
Los Niños del Serrallo se han convertido en unos expertos y acumulan 26 años consecutivos completándolo. Los tarraconenses han cogido gran especialización e incluso hacen los cambios en las piñas sin parar de andar. Josep Maria Gaya, que le ha hecho bastantes años como segundo, comenta que los dos puntos más complicados son una vez has bajado las escaleras y el tramo final de plaza de la Font. Por su parte, el pilar llega el último día de Santa Tecla, "un final de fiesta fantástico", según Gaya.
La viralización de los Marrecs
Los Marrecs de Salt completan cada primero de noviembre el pilar en las escaleras, con la subida a los 90 peldaños hacia la catedral de Girona. Ha tenido una gran respuesta del público desde inicio, pero dio un salto mediático en el 2011, cuando un vídeo lo viralizó en las redes. "Aquí ya se masificó el doble", afirma Joan Ramon Planas, quien ha completado el pilar en varias ocasiones como primeras manos por delante. El recorrido lo hacen con casi un minuto, aunque Planas asegura que "la idea nunca ha sido hacerlo rápido, pero al final la gente te espolea".
El pilar más largo, en Sants
El pilar caminando más largo de los que se hacen de forma regular es el de los Castellers de Sants, con 615 metros. Los Borinots lo completan por la fiesta mayor del barrio y se ha convertido en el elemento casteller más destacado de la festividad. "Es una motivación extra por fiesta mayor", confirma Pau Camprovín, que le ha hecho bastantes años como segundo. Además, apunta que es un pilar en el que "se implica poca gente del grupo, pero todo el mundo lo vive y se le siente suyo".
Esparreguera recupera el pilar caminando
Después de más de una década sin hacerlo, los Castellers de Esparreguera han recuperado este julio el pilar caminando en un recorrido de unos 200 metros, como parte de los actos del 30 aniversario. La respuesta ha sido totalmente satisfactoria y la intención es mantenerlo de cara al próximo año.
Otros pilares caminando destacados son el de los Niños de Reus por Sant Pere hasta la plaza del Mercadal, el de los Minyons de Terrassa por encima del puente de Sant Pere –en el que la enxaneta va asegurada con cuerdas– o el de los Castellers de Altafulla de la plaza del Pou a la de la Iglesia. También tienen uno propio los Xics de Granollers, los Castellers de la Villa de Gracia, los Castellers de Esplugues, los Bordegassos de Vilanova o la Jove de Sitges.