Salud

Consejos para no perder la memoria

El nuevo libro de un prestigioso experto cerebral muestra cómo con algunos pequeños trucos podemos prevenir la pérdida de memoria a medida que envejecemos

Hope Reese, The New York Times

Nuestra memoria declina a medida que envejecemos. Ésta es una idea que muchos tenemos asumida; pero este declinar no es inevitable, según el doctor Richard Restak, neurólogo y catedrático en la Facultad de Medicina del Hospital Universitario George Washington.

Autor de más de 20 libros sobre la mente, el doctor Restak tiene décadas de experiencia aconsejando a pacientes con problemas de memoria. Guía completa de la memoria: la ciencia de cómo fortalecer tu mente, su último libro, incluye herramientas tales como ejercicios para la mente, técnicas para dormir y dietas para mejorar la memoria.

Ahora Restak se aventura fuera de este territorio familiar para considerar todos y cada uno de los aspectos de la memoria, su conexión con el pensamiento creativo, el impacto de la tecnología y cómo la memoria perfila nuestra intimidad. "Lo que busca el libro es superar los problemas de memoria cotidianos".

Sobre todo la memoria de trabajo, que se sitúa entre la memoria inmediata y la de larga duración, y que está vinculada a la inteligencia, la concentración y la consecución de tareas. Según Restak, este tipo de memoria es crucial y todos los días deberíamos practicar ejercicios para fortalecerla. Reforzar las habilidades memorísticas es clave para prevenir problemas más adelante, dice.

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Perder memoria con la edad no es inevitable, afirma el doctor Restak en el libro. Apunta a 10 "pecados" o "piedras en el camino que pueden llevar a la pérdida de memoria oa tener memorias distorsionadas". Siete de esos “pecados” fueron avanzados por primera vez por Daniel Lawrence, psicólogo y especialista en memoria –“pecados de omisión”, como estar ausente, y “pecados de comisión”, como tener memorias distorsionadas–. A estos, Restak añade tres más: la distorsión tecnológica, la distracción tecnológica y la depresión.

En última instancia “somos lo que recordamos”, dice. Éstos son algunos de los trucos del doctor Restak para desarrollar y mantener una memoria en buen estado.

Presta más atención

Algunos de los lapsus de memoria son de hecho problemas de atención, no problemas de memoria. Por ejemplo, si no recuerdas el nombre de alguien que conociste en una fiesta podría ser porque estabas hablando con más de una persona y no prestaste atención cuando te lo dijeron.

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“La falta de atención es el principal motivo detrás de las dificultades memorísticas”, dice Restak. “Quiere decir que no llegaste a codificar la memoria”.

Una forma de prestar atención cuando te llega una nueva información, como un nombre, es visualizar la palabra. "Si asocias una imagen a la palabra, esto ayuda". Por ejemplo, recientemente tuvo que memorizar el nombre de un tal doctor King (rey, en catalán). El ejemplo es fácil, admite, pero se lo imaginó como un médico “con una bata blanca con una corona en la mano y un cetro en vez de un estetoscopio en sus manos”.

Busca retos diarios de memoria

Existen muchos ejercicios de memoria que puedes integrar en tu día a día. Restak propone realizar una lista de la compra y memorizarla. Cuando llegues al súper no mires el pedazo de papel (o el móvil): ve cogiendo las cosas siguiendo tu memoria.

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“Intenta visualizar los productos”, dice, y, si lo necesitas, consulta la lista, pero sólo al final de la compra. Si no tienes que ir de compras, memoriza una receta de cocina. De hecho, cocinar de forma regular es una excelente manera de mejorar la memoria de trabajo.

De vez en cuando, coge el coche sin poner en marcha el navegador e intenta seguir la ruta utilizando la memoria. Un pequeño estudio publicado en 2020 indicó que la gente que utilizaba el GPS de forma regular mostraba, tres años más tarde, un claro declive de memoria espacial.

Juega

Juegos como el bridge o el ajedrez son muy buenos para la memoria, como lo es cualquier juego de mesa. El favorito de Restak es 20 preguntas, en el que un grupo de jugadores (o uno solo) piensa en una persona, lugar u objeto, y el otro jugador o jugadores hacen 20 preguntas con una respuesta que sólo puede ser o no. Para poder ganar y recordar la respuesta correcta, es imprescindible que quien pregunte recuerde las respuestas anteriores.

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Para otro de los ejercicios recomendados por Restak sólo es necesario un lápiz y un papel, o una grabadora de audio. En primer lugar escribe o graba los nombres de todos los presidentes del gobierno, empezando por el actual y echando hacia atrás. Luego haz lo mismo en orden inverso. Más tarde, haz lo mismo pero sólo con los presidentes de un partido, y entonces con los de otro. Por último, haz el listado en orden alfabético.

Si lo prefieres, haz el mismo ejercicio con los jugadores de tu equipo favorito. De lo que se trata es de ejercitar tu memoria de trabajo “conservando la información y haciéndola circular por la mente”, dice Restak.

Lee más novelas

Una de las primeras señales de pérdida de memoria, dice Restak, es dejar de leer ficción. "Cuando la gente empieza a tener problemas de memoria suelen pasarse a la no ficción".

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Después de décadas tratando a pacientes, Restak se ha dado cuenta de que la ficción requiere un nivel de interacción activa con el texto, desde el principio al final. “Cuando estás en la página 11 debes recordar lo que dijo el personaje en la página 3”, dice.

Cuidado con la tecnología

Dos de los tres nuevos problemas de memoria apuntados por Restak están asociados con la tecnología.

En primer lugar está lo que él llama “distorsión tecnológica”. Guardar información en tu teléfono significa que todo aquello "no sabes", y esto puede erosionar tus capacidades mentales. “¿Por qué hacer el esfuerzo de concentrarse y visualizar algo cuando la cámara del teléfono puede hacerlo por ti?”, dice.

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El segundo motivo por el que nuestra relación con la tecnología resulta perjudicial para la memoria es porque a menudo nos distrae de la tarea que tenemos delante. "En nuestro día a día, la distracción es el principal obstáculo de la memoria", explica Rostek. Muchas de estas herramientas han sido pensadas con la voluntad de crear una adicción, lo que hace que acabemos distraídos. Podemos consultar el correo mientras vemos un contenido en Netflix, hablamos con un amigo o caminamos por la calle. Todo esto hace más difícil que nos concentremos en el aquí y ahora, algo imprescindible a la hora de codificar memorias.

Haz terapia con un profesional, si lo necesitas

Tu estado de ánimo juega un papel muy importante a la hora de determinar lo que recuerdas y lo que no.

La depresión, por ejemplo, puede contribuir a la pérdida de memoria. "El principal motivo por el que la gente va a ver a un especialista de la memoria es la depresión", dice Restak. Tu estado emocional afecta a tus recuerdos. El hipocampo (el “centro de acceso de la memoria”, según Restak) y la amígdala (la parte del cerebro que controla las emociones y el comportamiento emocional) están vinculados, de forma que “cuando estás bajo de ánimo, o deprimido, tienes tendencia a recordar cosas tristes”, explica. El tratamiento de la depresión –ya sea con fármacos o con terapia– resulta a menudo en la recuperación de la memoria.

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¿Hay razones para preocuparse?

A lo largo de su carrera docenas de pacientes le han pedido al doctor Restak qué pueden hacer para mejorar la memoria. Pero no todos los lapsos de memoria son preocupantes. Por ejemplo, es bastante normal que no recuerdes dónde has dejado el coche en un aparcamiento muy lleno. Pero si no recuerdas cómo has llegado al aparcamiento, significa que existe un riesgo potencial de pérdida de memoria.

Restak remarca que no es fácil saber a partir de qué momento debemos empezar a preocuparnos –en la mayoría de casos depende del contexto–. Es normal olvidar el número de una habitación de hotel, pero no la dirección de tu casa. Ante cualquier duda, mejor consultar con un experto.

Copyright The New York Times

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Traducción Isidro Estévez