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Moda

¿Conoce el color que era 'de pobres' y ahora destila 'pijerio'?

Una mujer escogiendo que ponerse entre su ropa beige.
08/04/2025
3 min
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En un vídeo viral de TikTok le regalan un coche de juguete de color amarillo a un niño de unos tres años y la madre se lo lanza a la basura porque es un color perjudicial. Tanto la madre como la criatura van rigurosamente vestidos entre beige y marrón, junto con la decoración de la casa. Sin duda, ella sigue la tendencia de las Sad beige mums, que creen que sus hijos están sobreestimulados cromáticamente y que es necesario rodearlos de tonalidades beige que les proporcionen calma. Madres que pintan con esprays los juguetes de sus criaturas e, incluso, el árbol de Navidad de plástico para neutralizar el cromatismo de las fiestas. Algo que, aparte de demostrar que la estupidez humana no tiene límites, pone de manifiesto que, lejos de una preocupación pedagógica alineada con métodos como el Montessori, es una demostración clara de alarde de clase. Y es que las beige mums destilan pijerío y ese tipo de ociosidad para no tener que trabajar que les proporciona tiempo para poder pintar todas las piezas de un rompecabezas de color moca.

Los colores van siempre acompañados de simbolismos y connotaciones psicológicas que mutan según el contexto cultural. El beige, que ahora lo enmarcamos en el exclusivo mundo de la hípica, la marroquinería, la espuma de un buen capuchino, el lujo silencioso y marcas como Fendi, Gucci, Louis Vuitton o Prada, está muy lejos del simbolismo que tenía hace siglos. La palabra beige proviene del nombre en francés de la lana natural y, hasta el siglo XIX, era un "no color" que vestía a la gente pobre que no podía pagarse tejidos tintados.

A principios de siglo XX, el beige tomó más presencia y cambió su simbología. Aparte de las pinturas cubistas de Picasso y Braque que lo usarán con frecuencia, Coco Chanel, reina de las dinámicas de poder invertidas, pondrá de moda el beige y el negro y convertirá estos dos colores tradicionalmente de clase baja en dos tonalidades de moda entre mujeres ricas. En el contexto de la Primera Guerra Mundial, el beige siguió ganando terreno con la invención del camuflaje. Piezas como la sahariana, una chaqueta de color arena que llevaban los soldados occidentales cuando luchaban en zonas cálidas, acabaron penetrando en la moda callejera y se teñieron de glamour gracias a Clark Gable en Mogambo y en Yves Saint Laurent.

Los hippies y la conciencia medioambiental de los 70 también provocarán un cambio cromático y se pasará de los colores vivos del Pop Art a una gama más vinculada a la tierra. Campañas tan icónicas como "Indi llorant", de la asociación Keep America Beautiful, fueron determinantes para reivindicar respeto por la naturaleza y, en consecuencia, poner de moda el beige. Una voluntad de arraigo en la tierra que también recogerá el estilo zen y la moda New Age de los 90, con el beige como color de calma y renuncia a lo no esencial.

El beige también ha servido para simular la desnudez del cuerpo de la mujer, desde el traje de Balmain efecto paños mojados que Zendaya lució en el 2021 en el traje que Bob Mackie diseñó para Marilyn Monroe para el cumpleaños del presidente Kennedy. Con él cantó el Happy Birthday más sensual de la historia, que hizo saltar los rumores de idilio entre ellos. Un tono, el beige, que a menudo lo hemos llamado "color carne" como testigo de la creencia racista de que la piel de las personas blancas es el estándar de lo humano, en detrimento de todos los demás fenotipos. Algo que marcas de ropa interior como Skims, de Kim Kardashian, o Savage X Fenty de Rihanna han intentado corregir ampliando el concepto nude (desnudo) a la diversidad real de tonos de piel.

Pero si hablamos de beige no podemos acabar el artículo sin el artista Miss Beige, que parte de ese color como símbolo de lo anodino, soso e irrelevante.

Con sus fotos y performances usa este color para cuestionar el estereotipo de belleza femenino y convertirlo en la herramienta de un terrorismo punk que desafía al esclavismo de la cultura del postureo que rige nuestra sociedad.

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