Mientras la guerra de los aranceles de Trump va sumando capítulos nuevos –y cada vez más absurdos–, es del todo indicada la lectura deIndopacífico, de Juan Manuel López Nadal, que a lo largo de su dilatada carrera diplomática ha sido embajador de España en Tailandia, Camboya, Birmania y Laos y cónsul general en Hong Kong. La experiencia acumulada sirve ahora a este diplomático mallorquín para escribir un libro absorbente, que con una prosa clara describe el mundo desde un ángulo que no estamos acostumbrados a tener en cuenta pero que es donde están las claves del poder en la política global. De hecho, el título completo del libro es Indopacífico. Eje de la geopolítica global.
Indopacífico es un concepto en construcción, aunque asumido por la comunidad internacional, tanto en el ámbito político como en el académico. Modi" se han convertido en recurrentes en los medios de comunicación, pero muchos de nosotros tenemos una idea insuficiente, o borrosa, de la concentración de poder en estos países y la zona a la que pertenecen. Por eso, leer un párrafo como este (que traduzco del castellano) ayuda a abrir ventanas mentales: "Además de hacer frente al aumento de la presencia y la presencia de la presencia de equilibrarla hasta donde le es posible, la India de Narendra Modi ha potenciado su actividad en las subregiones de Asia oriental y del Sudeste Asiático con un giro de la política llamada del Look East –iniciada por Narasimha Rao en 1991– en la más proactiva y ambiciosa del Japón en las estratégicas, estratégico en las estratégicas con Estrato con la ASEAN y promoviendo el establecimiento de partenariados con países como Australia, Corea del Sur, Vietnam, Indonesia, Filipinas, Tailandia o Singapur, además de estimular la revitalización del QUAD". Las siglas ASEAN hacen referencia a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, y reúne a Estados Unidos, Japón, Australia e India.
Hay, por tanto, un mundo que hierve, muy lejos y con una independencia casi total de la actualidad occidental, ahora mismo marcada por el ritmo decadente que hacen sonar el trumpismo norteamericano y las extremas derechas europeas. Esto queda bien recogido en el apartado de mapas, con mapamundis que muestran Asia en el centro, EE.UU. en un lateral y Europa en un espacio pequeño y remoto. Rusia evidentemente tiene un papel clave, en esta nueva composición del poder en el planeta, y esto me hace pensar en el último libro de Llibert Ferri, Putin nos observa, que comentaba aquí hace unos días y que liga bien con el de López Nadal. Ambos son herramientas útiles y rigurosas para tratar de ampliar la mirada y comprender mejor por dónde va (pero no hacia dónde va) este mundo violento y endemoniado en el que a veces vivimos y en el que con toda probabilidad moriremos.