Corpinnat exige ser como una DO: "No somos un club de amigos"

SubiratsLas once bodegas de espumosas agrupadas en la marca Corpinnat han exigido a la Generalitat que les dispense el mismo trato que da a las denominaciones de origen. Alcanzar el mismo rango que tienen las DO les permitiría hacerse un hueco en las reuniones que las denominaciones mantienen con la administración catalana y les facilitaría el acceso a subvenciones. "Nosotros somos una marca colectiva de la Unión Europea, no somos un grupo de amigos que nos hemos juntado para celebrar una fiesta", ha reivindicado este jueves por la noche el presidente de Corpinnat, Ton Mata (de la bodega Recaredo). Recordó que el reglamento de la marca fue aprobado en Europa y que pasan las correspondientes auditorías.

Corpinnat nació en 2018 de bodegas del Penedès que abandonaron la DO Cava, y ha presentado esta petición en el proceso participativo que ha lanzado la Generalitat vinculado a la ley de la vitivinicultura, aprobada en 2020, pero que todavía sigue pendiente de desplegar. Además, estos elaboradores le han reclamado poder poner en las etiquetas los nombres de los pueblos donde se ubican los viñedos y bodegas, una prerrogativa reservada a las DO, y segmentar todo el sector vinícola catalán en cinco categorías en función de cómo trabaja cada bodega: viticultor elaborador, vinificador elaborador, negociante, marquista y cooperativista.

Mata lo ha detallado en la segunda Noche de la Vendimia de Corpinnat, que este año ha acogido la bodega Llopart, con unos 150 asistentes. La velada ha tenido un momento emotivo cuando se le ha concedido la distinción de presidente honorífico de Corpinnat a título póstumo a Xavier Gramona, muerto este verano en un accidente en la bodega Gramona. El reconocimiento lo ha recogido su hijo, Leo Gramona, quien ha reivindicado la apuesta que hizo su padre por incrementar el valor de los espumosos. Gramona hijo ha garantizado que la nueva generación de la bodega continuará apostando por el futuro "brillante" de Corpinnat, mientras que Mata ha destacado que Gramona hizo "aportaciones de gran mérito", sin las que Corpinnat "hoy no sería lo que es".

En cuanto a la vendimia, Pere Llopart (bodega Llopart) ha asegurado que "se podría considerar la más pequeña que se recuerda". Si bien este año las bodegas de Corpinnat han entrado unos 5,8 millones de kilos de uva, un volumen similar al del 2022, la mitad la han tenido que comprar a viticultores, que han percibido 1,04 euros por kilo de media.

El número de bodegas se estanca

De cara al futuro, Mata ha explicado que las negociaciones con Clàssic Penedès para integrarse en una DO conjunta llevan tiempo "en standby", y apuntó dos retos: consolidarse internacionalmente –"hay una gran oportunidad internacional de que Corpinnat sea una marca reconocida junto al Champany y de la Franciacorta", aseguró– y que más bodegas se incorporen a la marca, si bien ha admitido que "no es fácil porque cumplir el reglamento pide un fuerte compromiso". Corpinnat se estrenó en abril del 2018 con seis bodegas y en cinco años se han añadido sólo cinco bodegas más, casi todas ellas poco tiempo después de haberse creado la marca.