El vino hace verano

El enoturismo late con fuerza

La imaginación inunda las rutas, los planes diferentes y las catas para realizar en grupo o en familia

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Enoturismo en el Penedès

BarcelonaEl enoturismo catalán late con más fuerza que nunca. La imaginación inunda una oferta repleta de rutas, planes y catas para realizar en grupo o en familia. La tradición vinícola hace convivir doce denominaciones de origen, más de 300 bodegas que se pueden visitar y un puñado de rutas del vino para descubrir las denominaciones de origen de Alella, Costers del Segre, Pla de Bages, Cataluña, Empordà, Priorat , Cava, Montsant, Tarragona, Cuenca de Barberà, Penedès y Terra Alta. La originalidad se ha convertido en el rasgo distintivo.

Maneras de hacer enoturismo hay tantas como personas. Algunas incluso proponen recorrer los viñedos acompañados de una mascota. Algunas de las actividades más originales permiten realizar un maridaje de vinos a bordo de un velero o uno arriba de un globo aerostático. Otra opción muy original es la del Celler Masroig, con su particular escape room, Enigmasrojo. Se trata de un recorrido por la bodega en el que los niños pueden aprender sobre su historia y ver cómo se produce el vino, mientras descifra una serie de enigmas y pistas que les llevarán a un premio final. Las familias podrán descubrir la bodega y el mundo del vino de forma interactiva y divertida.

Degustar vinos es la excusa perfecta para conocer gente y algunas actividades ponen el acento en esta posibilidad. Speed ​​Dating, Speed ​​Tasting, de la bodega Mas Geli, una actividad incluida dentro de Vívid, propone probar cada vino con compañeros o compañeras de mesa diferentes. Para favorecer a la socialización también nació Round Table, una iniciativa que reivindica el papel del vino como generador de buenas conversaciones. Cada etiqueta esconde un tema de conversación. Desde el poliamor hasta el precio del alquiler. Otra iniciativa para soltarse la encontramos en el Visexual, una cata de vinos del Microvi que va acompañado de la lectura de relatos y poemas eróticos.

Las actividades enoturísticas han acentuado su relación con la música de todo tipo. Desde la más tranquila hasta la más transgresora. El Ressons Penedès by Cruïlla, que incluyó más de 30 conciertos durante el mes de mayo, es uno de los más exitosos. Vívid, el mes del enoturismo en la Costa Brava, también ha consolidado su oferta musical.

El Festival Vívid potencia los espacios más sorprendentes

La experiencia sensorial del Celler Mas Llunes de Garriguella ofrece una cata inmersiva en la sala de botas para conocer sus vinos de una manera única, a través de un espectáculo muy acertado de luces, música y proyecciones audiovisuales. La actividad también incluye visita guiada a la bodega y cata de aceites.

Los premios distinguieron a Casa Gran 1771 Boutique Winery Hotel de la bodega Montrubí como la mejor actividad del enoturismo catalán. El alojamiento consta de 10 habitaciones con identidad propia, algunas con zonas exteriores privadas. Todas están pensadas para combinar el relax con la conexión de los huéspedes con la bodega. Otra de las iniciativas premiadas fue el Abadal Wine Experience & Christmas Market, un proyecto de la Bodega Abadal que recupera los tradicionales mercados de Navidad utilizando el vino como reclamo, pero con una importante participación de productores locales artesanos y gastronómicos acompañan de música y conciertos.

Este despliegue de actividades se complementa con museos y centros de interpretación que permiten una aproximación más clásica al vino. Los espacios donde conocer más sobre el vino están distribuidos por localidades como Badalona, ​​Teià, Vilafranca del Penedès, Sant Sadurní d'Anoia, Sant Feliu de Guíxols, Espluga de Francolí, Prenafeta, Peralada, Coll de Roses, Palafrugell, Capmany , Falset, Avinyonet del Penedès, Manresa, Santa María de Huerta de Aviñón, Mura, Artés, Montbrió del Camp, San Jaime de los Domenys o Gandesa.

Oportunidad de negocio

Casi la mitad de los visitantes de enoturismo en Cataluña son catalanes (46%) y el 11% son del resto del Estado, mientras que un 43% son internacionales, sobre todo europeos (37%). Existe una importante diferenciación del público según visita las bodegas entre semana o el fin de semana. Entre semana el público es casi siempre internacional, mientras que durante el fin de semana el público mayoritario es catalán. Por otra parte, existe una clara relación entre la distancia a la bodega desde el lugar de origen y el nivel de experiencia y relación con el mundo del vino. En este sentido, cuanto más lejos más experto, cuanto más cerca más curioso. Éstas son algunas de las observaciones que se desprenden del segundo estudio sobre el perfil de los visitantes en las bodegas de Cataluña, realizado en 2023.

El Gobierno, por medio de la Agencia Catalana de Turismo del departamento de Empresa y Trabajo, elaboró ​​en 2018 el estudio El perfil de los visitantes en las bodegas de Cataluña, con el objetivo de conocer mejor las características de nuestros visitantes enoturísticos, y así poder profundizar en su comportamiento y mejorar las herramientas de captación y fidelización. Después de cinco años, se han actualizado los datos para que el sector pueda estructurar más adecuadamente su oferta y atender mejor al visitante enoturístico durante su estancia.

Marta Domènech, directora general de Turismo

"Queremos tener más visibilidad para que en todo el mundo nos conozcan como destino enogastronómico. Hemos impulsado la Estrategia de Turismo Enogastronómico en Cataluña 2022-2027, hemos creado los premios Bite y Mos, y hemos promovido 58 festivales culturales que fomentan el producto agroalimentario local y el turismo de proximidad. Todas estas iniciativas deben situarnos como destino enogastronómico de referencia a escala mundial", explica Marta Domènech, la directora general de Turismo.

Según este estudio, el visitante enoturista de Catalunya tiene más de 40 años (80%), con una edad media de 50 años. Los visitantes catalanes son más jóvenes que el resto, con un gran porcentaje de entre 31 y 50 años. Viajan principalmente con amigos (36%), aunque también destacan los viajes en pareja (31%) y un 65% lo hace en grupos organizados.

La mayoría de los visitantes no son expertos ni altamente vinculados al mundo del vino pero, comparado con el estudio de 2018, han aumentado su experiencia previa en enoturismo (esta no es su primera visita). Los que vienen del resto de Europa y del resto del mundo tienen una vinculación y experiencia con el mundo del vino más elevada que el público catalán y el del resto del Estado. Aunque para la mitad de los visitantes ésta es su primera visita a una bodega en Catalunya (52%), ha aumentado, respecto a 2018, el porcentaje de visitantes repetidores, que pasan del 31% al 48%. Los catalanes repiten más la visita a bodegas de Cataluña y, por tanto, es un perfil con alto potencial de repetición. En este sentido, el 62% de catalanes ya había visitado alguna bodega de Catalunya, aunque no es un público experto en el mundo del vino.

En todos los casos la principal motivación para visitar una bodega catalana es conocer el mundo del vino y degustar nuevos vinos, a excepción del público del resto del mundo, que se considera gran amante y busca mejorar su conocimiento. Por otra parte, la diversión es el segundo elemento más importante de la visita, junto con complementar su estancia con una actividad de la zona.

El tipo de experiencia que más se realiza en las bodegas es la visita y cata. La media del gasto que realizan los visitantes en actividades es de 29 euros. Ha aumentado respecto a 2018, que era de 20 euros. El gasto en tienda también ha aumentado y ha pasado de 25 euros en 2018 a 37 euros en 2023. El público internacional es el que hace más gasto en la compra de productos en la tienda. En el caso de los europeos, la media es de 46 euros y, en lo que se refiere al público del resto del mundo, la media es de 58 euros. Los extranjeros están acostumbrados a comprar online y también hacen más gasto en tienda.

Diez razones para vivir el enoturismo en Cataluña

1. Historia. 2.500 años de cultura de la viña y el vino, desde los íberos, griegos y romanos.

2. Paisaje. Mar y montaña. Viñedos mediterráneos, a orillas de costa, en los valles y en las laderas.

3. Bodegas. Más de 300 bodegas para descubrir el secreto de sus vinos y cavas.

4. Arquitectura. Masías centenarias, bodegas modernistas y nueva arquitectura del vino.

5. Vinos de prestigio. Vinos y cavas con gran reconocimiento internacional.

6. Gastronomía. Maridaje de vinos y cocina mediterránea, tradicional e innovadora.

7. Barcelona. Enoturismo y múltiples experiencias en torno a una de las ciudades más atractivas de Europa.

8. Alojamientos y servicios especializados. Hoteles gastronómicos. Alojamientos, restaurantes y servicios turísticos de excelente calidad.

9. Un estilo de vida. Sol y playa, naturaleza, gastronomía y cultura. Un país para todos los gustos.

10. Doce denominaciones de origen. 11 DO de vino + DO Cava. 600 bodegas, más de 300 son visitables.

*Fuente: Enoturismo en Cataluña

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