La necesaria transición energética

La inteligencia artificial también arraiga en el campo de la energía: ¿en qué te beneficiará?

El sector energético catalán ya está utilizando esta tecnología para planificar la colocación de los puntos de recarga de vehículos eléctricos, detectar problemas en grandes instalaciones generadoras o mejorar la gestión de la energía, entre otros

En 2023, en el Mobile World Congress, todo el mundo hablaba del potencial de la inteligencia artificial. Eran los tiempos del boom de la aplicación que había popularizado esta tecnología entre la ciudadanía: ChatGPT, el chat de la empujada OpenAI entrenado con este sistema. Ahora el estallido mediático se ha moderado, pero el ChatGPT ha sacado una sólida base de usuarios: sólo en España tiene 12,7 millones de usuarios, que realizan más de 45 millones de visitas mensuales. "Ha hecho que mucha gente descubra en primera persona el potencial que tiene la inteligencia artificial", confirma al ARA Ernest Valveny, investigador y coordinador del grado en inteligencia artificial en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

Pero la inteligencia artificial no es un nuevo invento. Antes de que estallara, empresas del sector energético ya lo utilizaban para mejorar sus sistemas. "Se empezó a investigar hace décadas, pero hasta la explosión delbig datade los años 2000 no se exploró más a fondo qué uso industrial podía tener en el campo de la energía", contextualiza Cristina Corchero, CTO y fundadora de Bamboo Energy, una empresa catalana asociada al Clúster de la Energía Eficiente de Cataluña (CEEC) que ayuda a agregadores y minoristas a administrar de manera más eficiente y flexible los recursos energéticos. Los inicios de la inteligencia artificial en el sector energético fueron con aplicaciones relativamente sencillas. el mantenimiento de los sistemas eléctricos", recuerda la experta.

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El punto de inflexión llegó cuando el sector se percató del potencial que podía tener la tecnología a la hora de perfeccionar la previsión de la generación de energía renovable combinándose con los modelos meteorológicos. "Después se vio que también podía transformar la gestión de las redes inteligentes (smart grids, en la jerga internacional del sector) y de la energía en general", añade Corchero. Los avances en la computación en la nube acabaron de redondear el potencial de la inteligencia artificial en el sector energético. "Hoy es una herramienta imprescindible para el modelo energético del futuro", sentencia la CTO de Bamboo Energy.

En Cataluña, la aplicación de la IA está avanzando gracias a iniciativas como el Centro de Innovación en Tecnologías de Datos e Inteligencia Artificial (CIDAI), coordinado por Eurecat, que impulsa proyectos de IA para mejorar la eficiencia energética y la integración de fuentes renovables en la red. "Con el crecimiento de las energías renovables y la complejidad de la red eléctrica, la IA se ha convertido en una herramienta clave para orquestar de forma óptima toda la cadena de valor de la energía, tanto en la generación como en el transporte y la distribución, el almacenamiento, la comercialización e, incluso, en el consumo, ya sea a escala de viviendas, de grupos de consumidores como las comunidades energéticas o en industria", explica Jesús Boschmonart, responsable de desarrollo de negocio por en los sectoresgreen cities & industriesde Eurecat, un centro tecnológico también asociado al CEEC, y vocal de la junta directiva del CEEC.

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El experto recuerda que este verano se ha publicado elLibro blanco de la IA aplicada al sector de la energía, redactado con la contribución y el asesoramiento de varios expertos de las principales organizaciones públicas y privadas del ecosistema energético en Cataluña. "El objetivo es contribuir al impulso, el fomento de la adopción y la incorporación de la IA en los distintos procesos que afectan a la energía", explica Boschmonart.

¿Para qué se utiliza?

Actualmente la inteligencia artificial hace años que ha arraigado con fuerza en el sector energético catalán. Uno de los usos más comunes que se hace tiene que ver con las tareas de planificación. "Se está usando para colocar los puntos de recarga de vehículos eléctricos o para diseñar futuras infraestructuras eléctricas", ejemplifica Corchero. También juega un papel importante cuando se combina con la robótica. "Si sumamos la tecnología de la inteligencia artificial a la de los drones, permite a las empresas detectar problemas en la red", prosigue.

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Al mismo tiempo, uniéndola con la visión por computador, la inteligencia artificial es muy útil para estimar el potencial solar de una zona a partir de un mapeo geográfico o señalar defectos que puedan tener grandes instalaciones en funcionamiento, como los cogeneradores o las turbinas. "Dentro del sector energético, incluso se utiliza la inteligencia artificial para mejorar la seguridad del personal: permite encontrar problemas de salubridad y detectar cuándo una persona se encuentra en una potencial situación de peligro. En Cataluña son muchas las empresas del sector que ya han abrazado la inteligencia artificial. "No sólo están incorporando y desarrollando soluciones basadas en esta tecnología, sino que están siendo pioneras en algunas aplicaciones a nivel estatal o europeo –destaca la CTO de Bamboo Energy"–. Desde la revisión de las redes eléctricas mediante el mantenimiento vía drone hasta la mejora de la gestión que hacen de las redes de distribución", cita.

En Bamboo Energy, por ejemplo, utilizan la inteligencia artificial para la previsión del comportamiento de todo tipo de usuarios: desde un edificio de oficinas o vehículos eléctricos hasta una industria de frío alimentario o del sector automóvil. "Tenemos una tecnología única que nos permite prever no sólo el consumo de electricidad, sino cómo podemos cambiar ese consumo (tanto en cantidad de electricidad consumida como en el momento de consumo) sin cambiar las condiciones de contorno, que es la base de la flexibilidad energética", aclara.

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Con su sistema, por ejemplo, se puede variar el consumo en climatización de un edificio de oficinas sin que el confort de los usuarios se resienta. Pero, ¿cómo lo consiguen? "Utilizamos todos los datos existentes tanto en los sistemas del consumidor, monitorizando en tiempo real todos los que tenemos conectados a nuestra plataforma, como al sector eléctrico, al mercado ya las redes, para gestionar de forma óptima la flexibilidad de los consumidores", apunta .

Para la experta, si la inteligencia artificial ya está acompañando al sector, el siguiente paso será darla autónoma: que sean los mismos sistemas los que actúen por sí solos para asegurar la eficiencia energética y el impacto medioambiental más pequeño posible. Desde Eurecat anticipan que "la IA permitirá una integración más inteligente y eficiente de la energía ayudando a gestionar redes descentralizadas ya balancear generación, almacenamiento y consumo". Además, para Boschmonart, un factor clave de la IA será la disponibilidad de datos de mayor calidad y fiabilidad, "lo que hará que los modelos sean cada vez más fiables y eficientes".