Laporta compra la Superliga de Bartomeu
Escéptico en campaña, el presidente ha acabado de pulir una propuesta que había negociado la directiva anterior
BarcelonaEl día que Josep Maria Bartomeu anunciaba su dimisión, y en medio de un discurso de casi media hora de duración, informó de que la directiva había decidido en su último día de mandato "aceptar las condiciones para participar en la Superliga europea". Una frase que quedó totalmente eclipsada porque ese día el interés estaba en otro lugar. Medio año después, y ahora bajo la dirección de Joan Laporta, el Barça, como uno de los clubes fundadores, anunciaba formalmente la creación de esta competición que revolucionará el fútbol europeo y, como consecuencia, sacudirá el fútbol mundial.
El proyecto se empezó a gestar la temporada 2016/17, con conversaciones "muy discretas" entre los clubes implicados. Bartomeu, que acababa de ganar las elecciones, fue "de los que más tiró del carro" para hacerlo posible, comenta al ARA Xavi Vilajoana, entonces directivo del club. La idea va tomando cuerpo y todo se acelera con la pandemia y la necesidad imperiosa de encontrar dinero bajo las piedras. "Es cierto que hay una variable económica importante, pero no es solo esto. Era una demanda de los aficionados", añadía. A través del Observatori Blaugrana, la junta fue haciendo encuestas en las que preguntaba a los socios sobre una hipotética competición europea con los mejores. La respuesta fue positiva. Unos años después, los socios han sabido que de hipotética tenía muy poco. "Se ha trabajado con la máxima discreción".
De todas maneras, la Superliga, o la opción de trasladar al fútbol el modelo de éxito que había funcionado con la Euroliga de baloncesto, hacía años que estaba encima de la mesa. Y era una propuesta que Laporta ya veía "muy interesante" la temporada 2003/04, su primera como presidente azulgrana. Sin ir más lejos, en el documental FCB Confidencial se lo ve hablando de ello abiertamente con Augusto César Lendoiro, entonces presidente de un Deportivo que en esa época habría podido aspirar a ser uno de los clubes invitados. Hoy los gallegos están en Segunda.
Laporta, crítico en campaña
A pesar de hacerse discretamente, era de dominio público que los grandes clubes estaban detrás de esta idea y por eso se trató el tema en campaña y Laporta fue crítico con esta propuesta. Llegó a asegurar que se podía "cargar el negocio del fútbol" y la "esencia" de este deporte. Hoy, una vez en el palco del Camp Nou, la visión es diferente: "No ha habido un cambio de criterio, siempre se dijo que se tendría que ver qué era", apuntan ahora desde la directiva. En la entidad no quieren hacer declaraciones públicas y se remiten al comunicado conjunto publicado por todos los clubes fundadores.
La junta de Bartomeu dejó el proyecto muy maduro, pero quedaban por terminar "los detalles". "En las últimas semanas ha habido conversaciones muy intensas", explican desde las oficinas. Más concretamente, "se han modificado conceptos de formato". Pero esto no es todo. "Todavía queda mucho trabajo por hacer antes de que se juegue el primer partido de la Superliga", dicen. Si el proyecto se cocinó sin hacer ruido, la intención de los nuevos gestores del Barça es evitar hacer escándalo y mantenerse en un segundo plano, al menos a nivel mediático. "Todo se irá explicando cuando toque".
La duda de la asamblea
El último punto que queda pendiente hace referencia a la asamblea, si hay que pedir o no el visto bueno de los compromisarios. Los estatutos no especifican las competiciones a las que juega el club. Desde la junta actual se inclinan por la tesis de que no sería necesario, a pesar de que han pedido cobertura jurídica para resolverlo. En cambio, Vilajoana insiste en que sí es obligatorio, porque se trata de la creación y de la integración a una nueva asociación de clubes. Como precedente, cuando el Barça pasó a jugar la Euroliga de baloncesto, ahora hace dos décadas, se puso la directa sin la asamblea.