Las mariposas: los insectos que pueden salvar la biodiversidad
Acompañamos a Constantí Stefanescu en el Montseny, donde lleva treinta años recogiendo datos sobre unos insectos fundamentales para la biodiversidad
BarcelonaLas mariposas son claves para predecir los efectos del cambio climático y todas las consecuencias que puede tener en la biodiversidad. ¿Por qué? Porque son insectos muy sensibles a los cambios del entorno. En su estado larvario dependen exclusivamente de un reducido número de plantas para sobrevivir y, por tanto, si desaparecen o hay menos, las mariposas se ven directamente afectadas así como cuando las condiciones del medio se modifican por el clima: lluvias, sequía, temperatura o polución. Por otra parte, son fáciles de identificar y, además, al haber muchas especies engloban un espectro amplio de hábitats.
En Cataluña hace treinta años que hay un hombre que estudia las mariposas, y los estudios de su equipo están ayudando a analizar mejor los cambios del clima y sus efectos en la fauna. Se trata de Constantí Stefanescu, que trabaja recabando datos para el CBMS (Butterfly Monitoring Scheme en Cataluña), una red de monitorización que es la tercera más antigua de Europa.
"Todo esto empezó en 1988 -nos cuenta- cuando aún no existía el departamento de Medio Ambiente. Francesc Giró, el biólogo que llevaba el parque de los humedales del Empordà, conoció el método de Ernest Pollard (el científico inglés que ideó el método del BMS) y le pareció interesante para aplicarlo a los humedales.Contactó conmigo porque habíamos ido al mismo colegio.Él era mayor, pero había visto una exposición de mariposas que yo había hecho en la escuela cuando era un chavalet, imagínate... Y me contactó porque sabía que yo era biólogo y me propuso empezar a hacer un itinerario para ver el estado de las mariposas en las marismas. y Marta Miralles, mi pareja, bióloga también, le hicimos una propuesta de circuito, y en 1988 empezamos.”
En 1992, Francesc Giró pasó a ser técnico del recién creado departamento de Medio Ambiente y propuso a Stefanescu ampliar la red de itinerarios en toda Cataluña: "Años más tarde el director del Museo de Granollers, Toni Arrizabalaga, vio la envergadura que tenía el proyecto de montar un CBMS a nivel de todo Cataluña y me propuso continuar coordinando el proyecto, pero bajo el cobijo Institucional del museo. Y desde entonces ha crecido muchísimo".
Un proyecto en crecimiento
Inicialmente, en el BMS de Cataluña había once estaciones, sobre todo en el norte. “Se creó con la voluntad de conocer con precisión los cambios en la abundancia de las poblaciones de mariposas basándonos en la repetición de recuentos visuales, semanales, a lo largo de recorridos fijos, y aportar datos sobre las poblaciones de mariposas y, por extensión, también de la flora y la biodiversidad de nuestro entorno, además de conocer la respuesta de las mariposas mediterráneas al cambio global". Este censo forma parte de la red internacional de programas de seguimiento de mariposas actualmente vigente en más de veinte -i-cinco países en Europa
En 2024 ya hay 226 estaciones esparcidas por casi todo el territorio catalán, en Baleares y en Andorra, aunque Andorra tiene su propio BMSAnd, toda la información se integra en la base de datos del BMS de Cataluña Los censos se realizan una vez a la semana, desde el 1 de marzo al 26 de septiembre, se recorren un total de 79.992 km y son responsables 335 voluntarios
Todos los datos s envían al Museo de Ciencias Naturales de Granollers, donde diferentes miembros del equipo encabezado por Stefanescu se ocupan de las tareas que implica un proyecto de estas características, desde la formación de los voluntarios hasta la validación de las observaciones, pasando por el análisis y la interpretación de la información, los cálculos de las tendencias de las especies o la difusión de los resultados, entre otras muchas cosas.
Por otra parte, en el museo se están introduciendo nuevos datos anteriores a la creación del CBMS, gracias a la donación de antiguas colecciones de mariposas. "Estas colecciones sirven para documentar cambios en la distribución de especies, cambios en las fechas de aparición, etc. Muchas de nuestras colecciones son donaciones de gente que había recogido material en el área del Montseny y del Vallès Oriental, a mediados oa finales del siglo pasado. Este material es interesante para comparar con lo que sabemos ahora a partir del seguimiento que hacemos en muchos sitios de la comarca", explica Stefanescu.
La importancia de los insectos
"Como hay bastantes grupos que trabajan con polinizadores, sean mariposas o abejas -nos cuenta-, empieza a haber muchos datos que demuestran que cada vez hay menos y que hay un descenso muy bestia de las poblaciones". Se calcula que un 75% de los alimentos que se producen en todo el mundo dependen de la polinización de los insectos. "Para entendernos, el melón que te comes en verano existe porque una abeja ha polinizado su flor. La desaparición de los polinizadores comportaría, entre otras cosas, una crisis alimentaria en todo el mundo".
A consecuencia de la presión humana sobre el medio natural, existe una profunda transformación de los ecosistemas, y la incapacidad de adaptación de las especies al cambio tan acelerado del clima por culpa del efecto invernadero y otros factores está causando una pérdida abrupta de biodiversidad.
La primavera de 2023 tuvo lugar la primera reunión gestionada por el departamento de Acción Climática donde fueron convocados representantes del campesinado, de empresas agroquímicas, técnicos de parques naturales, gente relacionada con la educación ambiental, etc. para discutir cuáles son los puntos clave que deben cambiarse y hacer propuestas concretas. "Como es voluntario, porque no es remunerado, va quien ya tiene un interés", dice Constantí.
"La idea, en principio, es que de todo este grupo de trabajo, en el plazo de un año, salgan unos informes, con unas fichas y unas recomendaciones. Pero cree que es lo mismo que ocurre siempre: después estas propuestas son los políticos quienes deben implementarlas y cambiar el funcionamiento de lo que genera los problemas es muy difícil. abandono de los campos y, por tanto, la expansión de las zonas boscosas en detrimento de los espacios abiertos, la urbanización del suelo, la utilización de fitosanitarios, insecticidas y pesticidas en los cultivos y la proliferación de especies invasoras.
"En Cataluña, principalmente en las zonas de montaña -nos cuenta Constantí Stefanescu-, ha habido una gran expansión de las zonas forestales debido al abandono de las prácticas pastorales, agrícolas y selvícolas, lo que ha comportado que los antiguos bancales con gran presencia de flores que permiten una buena conservación de los polinizadores se hayan visto reducidas y fragmentadas. El avance del bosque las ha transformado en un hábitat desfavorable para los insectos polinizadores, entre ellos las mariposas". Y añade: "Las grandes extensiones agrícolas han sido muy transformadas por los cultivos intensivos, lo que ha producido una homogeneización del paisaje por los monocultivos, poco respetuosos con la diversidad porque no dan variedad de flora, y por la eliminación de la vegetación de los márgenes de los campos, que son la base de la alimentación de la mayoría de las mariposas. También el elevado uso de pesticidas, entre otros factores, explica el fuerte declive de polinizadores". Otro de los factores son los cambios de usos del suelo rural a urbano, que implican la eliminación de hábitats naturales y las infraestructuras viarias, que alteran los hábitats naturales de los polinizadores.
Soluciones de futuro
La UE está definiendo objetivos de cara a 2030 para ampliar las zonas protegidas y restaurar los ecosistemas, promover la agricultura ecológica y reducir el uso de pesticidas y otros contaminantes perjudiciales. En Cataluña, la Estrategia del Patrimonio Natural y la Biodiversidad prevé elaborar un plan de conservación de los polinizadores silvestres. "Son cambios totales de funcionamiento. Por ejemplo, con el tema de la agricultura se está incentivando la agricultura ecológica, pero todavía representa un porcentaje pequeño", lamenta Stefanescu: "Lo que mueve la agricultura a gran escala es el agricultura intensiva, que es muy poco respetuosa con la biodiversidad". "Rocen con herbicidas todos los márgenes de los campos, o las parcelas son enormes y monocultivos, lo que dificulta mucho que haya diversidad de polinizadores, porque existe una homogeneización del paisaje y porque el monocultivo, durante un período corto de tiempo, quizás ofrece recurso de flor, pero de repente aquello es un desierto, y también el uso de la maquinaria pesada compacta el suelo y no permite que las abejas hagan los nidos en el suelo... O porque las malas hierbas se ven como esto, como malas hierbas que hay que erradicar, y resulta que son la base de la alimentación de la mayoría de las mariposas". Para el experto, "es necesario establecer algunos parámetros para generar corredores u otras acciones como funcionar a base de pequeñas parcelas, de dejar márgenes con arbustos, manchas con ambiente seminatural, generar todo un mosaico muy diverso": "Y esto es muy difícil", dice. Aparte de todos estos informes, datos sobre los polinizadores y estrategias políticas, la educación de la gente en estos ámbitos es clave, porque "si quieres imponer una serie de cambios de funcionamiento a la sociedad, primero la gente debe estar convencida de que estos cambios tienen un sentido y que no son decisiones caprichosas". "Cambiar las cosas es cambiar a la gente. En el caso de los campesinos es evidente. No puedes obligar a implementar una serie de cosas que de entrada les supondrá pérdidas inmediatas que no podrán sostener si no te implicas en el cambio. La administración deberá ayudar. El campesino debe ganarse la vida, incentivarlo. Es cambio total de paradigma".