Más de 80 países reclaman "una hoja de ruta" global para acabar con los combustibles fósiles
Lula da Silva quiere un acuerdo en este sentido antes de que acabe la COP30, pero el primer borrador todavía está muy abierto
Barcelona82 países piden fijar "una hoja de ruta" mundial para eliminar progresivamente el petróleo, el gas y el carbón. Representantes de todos estos gobiernos se han unido para hacer presión en la Cumbre del Clima de la ONU, la COP30, que se celebra estos días en la Amazonia brasileña, y han reclamado que el texto final del encuentro incluya esta apuesta. Este martes se hizo público un primer borrador del texto final de la cumbre, llamado Mutirão (que significa esfuerzo comunitario en portugués), que incluye una posible apuesta por la eliminación progresiva de los combustibles fósiles, pero que todavía está demasiado abierto.
De hecho, propone tres opciones distintas para este punto de los combustibles fósiles, uno de los cuales pide a todos los estados que establezcan "hojas de ruta de transición justas, ordenadas y equitativas, que incluyan superar progresivamente su dependencia de los combustibles fósiles y detener y revertir la deforestación". Ésta sería la opción más ambiciosa que existe actualmente en el borrador, aunque lo deja en manos de decisiones nacionales y no pide una hoja de ruta con cifras globales, como plantean los países firmantes de la petición para eliminar los combustibles fósiles.
La segunda opción del texto, sin embargo, es mucho más débil, y sólo pide "poner en común experiencias de éxito" en la "transición hacia soluciones bajas en carbono". Y todavía existe una tercera opción peor, que plantea directamente eliminar este punto completamente del texto.
"La mejor opción para conseguir un acuerdo [sobre este punto] es incluirlo en el Mutirão. La referencia que existe en el borrador actual del texto es débil y se presenta como una simple opción: debe reforzarse y adoptarse", remarcaba en rueda de prensa la enviada climática de las Islas Marshall, Tina Stege, que ha liderado el llamamiento para esta hoja de ruta.
Entre los países impulsores también está. la decisión final de la COP28 de Dubai que hace dos años incluyó en su texto final una referencia a la necesidad de eliminar progresivamente los combustibles fósiles. Era la primera vez que estos combustibles, responsables de la crisis climática, se mencionaban directamente en un texto de las negociaciones climáticas de la ONU. Al año siguiente, en la cumbre en Azerbaiyán, esta referencia ya no apareció en el texto final y ese compromiso ha quedado relegado. Pero la COP30 podría reavivarlo.
Empuje final a las negociaciones
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, viaja este miércoles a Belém para dar el empuje final a las negociaciones. La ausencia de Estados Unidos, que no ha enviado ninguna delegación a la COP30 después de que Donald Trump abandonara por segunda vez el Acuerdo de París, puede estar facilitando el diálogo, de hecho. Pero Lula ha manifestado su intención de lograr aprobar un acuerdo antes del fin de la cumbre (este viernes), lo que sería prácticamente un milagro teniendo en cuenta no solo lo alejadas que están las posiciones ahora mismo sino los antecedentes de todas las COP hasta ahora, que siempre han necesitado uno o dos días más allá de la clausura para cerrar los acuerdos finales.
Lula quiere cerrar el acuerdo sobre combustibles fósiles y sobre financiación climática, otro de los puntos más conflictivos, este mismo miércoles, y dejar el resto del acuerdo final para aprobar el viernes. Pero casi nadie confía en esa previsión. El propio Lula, que se ha unido a la iniciativa para eliminar progresivamente a los fósiles, ha impulsado nuevas explotaciones petroleras en la Amazonia, unas políticas que chocan completamente con su voluntad de erigirse en líder de la lucha climática.
Quien sí se ha comprometido formalmente a dejar bajo tierra el petróleo y el carbón, y lo ha hecho durante esta cumbre COP30, ha sido el gobierno colombiano de Gustavo Petro, que se ha convertido en el primer país que declara su parte de selva amazónica libre de explotaciones mineras y petroleo.