Muere la escritora Michela Murgia a los 51 años
El activista feminista, independentista sarda y antifascista sufría un cáncer terminal
BarcelonaLa escritora Michela Murgia (Cerdeña, 1972) murió la noche de este jueves de un cáncer de riñón terminal a los 51 años. La activista católica, independentista sarda y de izquierdas, había dedicado su último libro, Tre ciotole. Rituali por un anno di crisy (Mondadori), a hablar de su enfermedad irreversible. Entonces hizo público su estado de salud en una entrevista en Il Corriere della Sera en la que ya afirmaba que no sobreviviría: "Solo espero morir cuando Giorgia Meloni haya dejado de ser primera ministra".
"Tengo cincuenta años, pero he vivido diez vidas. He hecho cosas que la gran mayoría de la gente no hace en toda su vida. Cosas que ni siquiera sabía que quería hacer. Tengo recuerdos preciosos", dijo en esa misma entrevista. Cuando el periodista le preguntó cómo quería ser recordada, la escritora respondió: "Recuérdame como quieras. Nunca he pensado en mostrarme diferente de cómo soy para agradar a alguien. Creo que incluso los que me odian han sido útiles para definirme. Me voy habiendo acumulado muchas vivencias. Me considero muy afortunada. He conocido a mucha gente maravillosa. No es cierto que el mundo sea feo; depende de qué haces tú con el mundo".
Amigos, lectores y sector editorial han lamentado la pérdida de la escritora, ensayista, dramaturga y columnista. "Añoraremos su talento y compromiso, así como la lucidez con la que miraba el mundo de hoy", ha twiteado la editorial Empúries. "Pero mi amor no muere", ha escrito el escritor Roberto Saviano.
Murgia debutó conIl mondo deve sapere (que surgió del blog que escribía sobre explotación laboral) y Viaggio en Cerdeña (ambas publicadas por Einaudi), pero fue con L'acabadora (Proa) cuando le empezaron a llegar los reconocimientos, una novela sobre la eutanasia con la que obtuvo el Premio Campiello. Después vendrían otros como Ave Mary (Einaudi y publicado en castellano por Salamandra), una reflexión sobre el papel de las mujeres en la Iglesia, y Una relación peligrosa (Proa), sobre la relación entre una maestra y un alumno.
En 2019, Murgia, ante el retorno del fascismo, llamaba a movilizarse y publicaba el libro Instrucciones para convertirse en fascista (Seix Barral / Empúries), adaptada en La Villarroel en el marco del Festival Grec con un montaje en el que Mercè Aránega interpreta a la escritora. El libro incluye un cuestionario para que el lector reflexione sobre si es o no fascista, que el ARA publicó. En una entrevista en este periódico, reflexionaba sobre el concepto de democracia actual: "Una democracia que no sabe gestionar la discrepancia es incompleta".
Como ella misma apuntaba con orgullo, había tenido múltiples vidas. Fue ejecutiva de una empresa termoeléctrica hasta que la despidieron por haberse negado a ocultar un vertido tóxico en el mar; hizo de comercial, asesora fiscal, telefonista, portera de noche y profesora de religión; e incluso se presentó en unas elecciones a la presidencia de su región natal.
Murgia se había casado en julio con el actor y director Lorenzo Terenzi ("contra mi voluntad", dejó claro) para garantizar los derechos de Terenzi. Sin embargo, ambos formaban parte de una familia de diez personas convivientes, que Murgia consideraba queer. "Es un núcleo familiar atípico, en el que cuentan más las relaciones que los roles. Palabras como compañero, hijo, hermano no son suficientes para contarlo. Nunca he creído en la pareja, siempre le he considerado una relación insuficiente. Dejé a un hombre después de que me dijera que soñaba con envejecer conmigo en Suiza en una villa junto al lago. Una perspectiva terrible", apuntaba en el periódico italiano. En esto se centró para escribir God save the queer (Einaudi, 2022).