La música que no hace ruido
Oasis Vs. Bluro
A colación del regreso de Oasis, recuerdo que cuando Noel Gallagher hizo público su deseo de que Alex James y Damon Albarn, componentes de Blur, murieran de sida, el mundo de la música no sólo rebajó su tono, sino que los respectivos álbumes de ambas formaciones (What's the Story) Morning Glory? y The Great Scape subieron hasta la cima de los más vendidos en el Reino Unido. Cada vez que los hermanos Gallagher y los miembros de la banda de Albarn se dedicaban improperios, los tabloides británicos llenaban páginas y más páginas y vendían millones de ejemplares. Todo ello daba calor a un mercado discográfico que actualmente vive en un desencanto perenne, sobre todo en nuestro país.
De la misma manera que Els Pets y Sopa de Cabra, que mantenían un combate musical que nunca se trasladó a los medios de comunicación, también Manel y Els Amics de les Arts se detestaban mutuamente, pero unos y otros preferían callar antes que decir nada malsonante. Esta situación también ocurre en Lleida, donde todos los músicos son amigos y colaboran entre ellos. Pero, a la hora de la verdad, las críticas se convierten en cuchillos afilados cuando no comparten el mismo escenario. Y resulta lógico: esto lo promueve la competencia, elemento indispensable para evolucionar y mejorar.
Anhelo hojear elAhora Tierras de Lleida y encontrar la enésima disputa verbal entre Jordi Gasion y Xavier Baró. Incluso me gusta pensar en un rifirrafe protagonizado por las cabezas visibles de Koers y Renaldo & Clara. Si en un futuro el mercado musical leridano se asimila al anglosajón en este aspecto, quizá Segre, El Mañana y nosotros mismos les concederemos la portada. La música no es un juego de niños; se trata de un negocio donde hay mucho que perder y poco que ganar. En lugar de colaborar con Cesk Freixas, Meritxell Gené no debería ni siquiera dirigirle la palabra, tal y como hacían Serrat y Llach. Y es que la música que no hace ruido debería permanecer en las bibliotecas. En un informativo, por ejemplo, es necesario que la música haga el mismo ruido que el resto de noticias, porque del resto podríamos prescindir de ellas, pero sin música estamos perdidos. Y al paso que vayamos, la música tiene más números de desaparecer que las guerras. Si John Lennon levantara la cabeza… Bien, si John Lennon levantara la cabeza, Mick Jagger la estaría esperando con ganas de guerra.