Una palabra 'inventada' al día: Dar la putivuelta
Otra palabra reciente es putivuelta. Me la explicó Magí Camps, miembro de la Sección Filológica del IEC, periodista y cuentista. La putivuelta es aquella vuelta que se da en una discoteca, un concierto, una fiesta, algún recinto o acto, para ver el género que hay entre los asistentes y sopesar e intentar un apareamiento sexual. Supongo que es una información procedente de sus hijos, pero no se sabe nunca.
Antiguamente, los hombres que iban por las masías a observar y elegir chicas casadoras se llamaban ojeadores. Llegaban a la masía, le invitaban a una bebida, hablaban un poco de la cosecha de los nabos y la guerra ruso-japonesa mientras examinaban a las chicas. Todo esto lo liquidó la discoteca Big Ben de Mollerussa, que fue la gran impulsora demográfica de la Catalunya del último tercio del siglo XX (cerró en 2015 y la natalidad catalana cayó en picado). Joaquim Maria Puyal recuperó ojeador para nombrar a los cazadores de jóvenes talentos futbolísticos. El ojeador de Umtiti merece una entrevista.
Actualmente, la putivuelta la llevan a cabo tanto los hombres como las mujeres. Puede hacerse en compañía (la famosa putivuelta compartida, como cuando se va a los lavabos a drogarse) o bien en solitario (aunque la putivuelta solitaria muy reiterada se puede confundir con el excursionismo). Ver qué bacalao hay (un homenaje a la tradición bacallanera de Magí Camps) es conveniente para hacer un poco prospección de qué ofrece la noche y calcular si tendremos que volver a casa solos y borrachos en un autobús nocturno. Porque la putivuelta es una actividad sobre todo nocturna. También se puede hacer en el Aplec del Cargol, pero te tienes que imaginar a tu posible futura pareja sin sorber caparazones de molusco gastrópodo (a pesar de que te puede orientar un poco).
El origen de putivuelta es muy probable que sea el puticlub (aquel espacio de sexo remunerado y alegría tarifada), pero no es seguro. También tenemos putifan, que es un fan extremo (otra palabra nueva), putiferio (un lugar muy desordenado, a menudo inmoral, del italiano putifferio) y putifeina (en las Baleares, dicho de la persona que es mala trabajadora, que no se esfuerza mucho). “Tòfol es un putifeina”. La palabra nace del la feina li put ('el trabajo apesta'), de oler mal. Cuando algo huele mal, huyes. Pero no siempre. A muchos barceloneses les encanta hacer el aperitivo al lado de los contenedores de basura.
Desde que el mundo es mundo, de una manera u otra, todos los humanos han dado la putivuelta. Los hombres primitivos hacían la putivuelta alrededor de un mamut muerto.