Taylor Swift es ya milmillonaria: los detalles de su fortuna

BarcelonaEn 1989, una niña rubita de ojos azules nació en un pueblo de poco más de 4.000 habitantes en el estado de Pensilvania. Solo con 16 años ya quedó claro que su presencia no dejaba indiferente, y el título de su primer disco reivindicaba precisamente presencia: Taylor Swift. Y los ha tenido. Las 11 canciones de country que contenía el primer EP que arrojó se vendieron a una velocidad vertiginosa: 40.000 copias en una semana. Dos semanas después entraba dentro de los veinte mejores álbumes de Billboard. Tras 17 años y diez álbumes, Swift es la cantante más escuchada del mundo. La aceleración trepidante del éxito ha marcado el ritmo y la vida de esta joven, que, según los cálculos conservadores de Bloomberg, ya es milmillonaria.

Taylor Swift se ha convertido en la herramienta más preciada para las productoras y la estrella más venerada por los millones de fans que acumula en el mundo. La más que favorable sinergia entre producción y consumo ha hecho que durante los años la de Pensilvania haya ido acumulando ingresos con creces, que ha materializado en objetos de lujo y propiedades. Y no sólo eso. Swift también ha diversificado su riqueza entre distintas empresas y proyectos que a menudo quedan ocultos por el silencio mediático. Pero sumando todo ese capital disperso, ¿cuál es la fortuna exacta de Taylor Swift? Ésta ha sido la pregunta que se ha hecho la revista económica Bloomberg.

Y esa es la respuesta: mil millones de euros. La cifra es el resultado de la búsqueda de la investigación de la editorial estadounidense. Si bien se sabe que no se han localizado ni cuantificado algunas de las inversiones y propiedades del artista, Bloomberg ha tenido en cuenta diferentes componentes: el valor de su catálogo —que regrabó en el 2019, después de que su antiguo mánager vendiera los derechos de autor de sus canciones y que representa 380 millones de euros—, los beneficios de sus conciertos -entre entradas y merchandising suman un total de 350 millones de euros-, la monetización de las reproducciones de YouTube y Spotify -114 millones-; el valor de sus cinco casas -104 millones más- y el de los derechos de autor de la venta de su música -76 millones-. Todo ello representa una fortuna de 1.024 millones de euros.

Esta cifra estratosférica no ha tenido en cuenta, por ejemplo, inversiones que no se han podido rastrear, la gestión de empresas que se desconocen y objetos de valor diversos, como joyas o vehículos. Los autores del estudio también han afirmado, de forma categórica, que la gira The Eras Tour, formada por 146 conciertos, ha sido el mayor impulso de sus finanzas. Según Bloomberg, la de 33 años ya ha recaudado más de 662 millones de euros con la venta de las entradas, lo que significa que después de descontar los gastos del escenario y de su equipo, se embolsaría alrededor de la mitad de esa cantidad. La calculadora de la gira aún no ha terminado de sumar, si se tiene en cuenta que las fechas de actuaciones pueden ampliarse, al igual que también pueden crecer sus ingresos con la venta de camisetas y sudaderas. Tal es la euforia financiera de los números verdes —verdísimos— de The Eras Tour, que Swift decidió dar una bonificación de 50 millones de euros a sus colaboradores del tour.

Externalidades

El imperio financiero que ha forjado la estrella provoca que todo impacto que genere en la sociedad sea magnificado. Como muchos millonarios del planeta, Taylor Swift también tiene jets privados. En su caso no es millonaria, sino milmillonaria y esta multiplicación de capital hace que no escatime gastos en los desplazamientos. Los más de 170 viajes con jet privado del año 2022 la convirtieron en la famosa que más contamina de todo el planeta. Yard, la auditoría de la Universidad de Yale, calculó que Swift había generado, sólo con sus vuelos privados un total de 8.293,54 toneladas de CO₂, con vuelos de un promedio de tiempo de tan sólo 80 minutos.

Los movimientos de las grandes cifras de su cuenta también generan impactos positivos. Taylor Swift no ha sido la única de beneficiarse de la gira, también han sacado provecho de las ciudades donde ha actuado. Se calcula que la siete veces designada artista del año ha aportado más de 4.000 millones de euros a la economía estadounidense, y todavía le quedan nueve actuaciones en ese país. Por ejemplo, sus seis conciertos en Los Ángeles generaron un beneficio en la ciudad de 140 millones de euros, según Los Angeles Times.