- Formación abierta a todo el mundo. Para cursarlas, no es necesario tener una titulación previa: van dirigidas a personas adultas con o sin titulación superior. Además son flexibles y de corta duración. Las más breves duran tan sólo 25 horas. Las más extensas, 375.
- Apuesta por la calidad. Las microcredenciales se imparten en las universidades catalanas, que también expiden su certificado. Es una formación académica que también impulsa la transferencia del conocimiento de las aulas hacia el tejido socioeconómico.
- Estudios adaptados a demanda. Las microcredenciales son formaciones diseñadas para satisfacer las demandas formativas reales, tanto presentes como futuras, de los distintos sectores productivos y sociales.
- Posibilidad de elegir tu camino. Las microcredenciales son acumulables, lo que te permite diseñar un itinerario formativo personalizado para tu crecimiento profesional.
- Generación de un certificado digital. Recibirás una certificación de las competencias adquiridas en formato digital, seguro, verificable y transferible a nivel europeo.
Másters y posgrados
Volver a estudiar con más de 40 años: ¿por qué y qué opciones hay?
Las constantes innovaciones en los sectores profesionales y los cambios en el mercado laboral hacen necesario el reciclaje de conocimientos y la especialización. Las universidades se han adaptado con una oferta cada vez mayor de diplomas y microcredenciales.
03/05/2025
3 min
Un cursillo de cinco tardes sobre actitud pedagógica en el ámbito de la enfermería en la Universidad de Lleida. Una cápsula formativa breve de conceptos básicos de electromovilidad, en la Universidad Politécnica de Cataluña. Otra propuesta –esta online– para especializarse en poda y sistemas de conducción en la Universidad Rovira i Virgili. Estas son sólo tres de las opciones que figuran en el catálogo de oferta formativa de microcredenciales que elabora el Departamento de Investigación y Universidades. Es un concepto nuevo, pero que está brotando con fuerza en todas las universidades del país. Las microcredenciales son certificaciones que validan los resultados del aprendizaje obtenidos en experiencias formativas de corta duración, como por ejemplo un curso o una capacitación breve.
"Ofrecen una forma flexible y personalizada de ayudar a las personas a adquirir los conocimientos, capacidades y competencias que necesitan para el desarrollo personal y profesional de forma rápida y eficiente", resume la Universitat Oberta de Catalunya en un artículo para dar a conocer las microcredenciales. Si bien el Consejo de la Unión Europea emitió en 2022 la recomendación a los estados miembros para que impulsaran este tipo de cursos especializados, no ha sido hasta ahora que la oferta ha cogido impulso. La Universidad de Barcelona, por ejemplo, anunció el pasado verano que preparaba la implantación de 1.100 microcredenciales. Hoy se pueden cursar casi en todas las universidades del país.
"Es una formación más corta y focalizada en comparación con grados o másteres tradicionales, y está pensada para estudiantes y profesionales que quieren adquirir conocimientos concretos de forma ágil", detalla la Universidad de Vic-CC. "Les permite actualizar y mejorar en el aprendizaje de habilidades, competencias y conocimientos necesarios en el entorno laboral", añaden desde la Universidad de Girona, que también impulsa varias microcredenciales. Con este objetivo de trasfondo, las microcredenciales se están convirtiendo en una de las principales puertas de regreso a las aulas universitarias para personas mayores de 40 años.
De nuevo, en clase
"En la última década hemos notado cómo ha crecido la demanda de alumnado mayor de 40 años para volver a formarse", analiza Paqui Blánquez, directora de la Escuela de Formación Permanente de la Universidad Autónoma de Barcelona, preguntada por el ARA. Los primeros años se notó sobre todo en los másteres, porque todavía no existía una oferta suficientemente desarrollada y hecha a medida para las necesidades específicas de este colectivo: reciclar los conocimientos, adaptarse a las novedades de cada disciplina o buscar una reorientación profesional. "Lo vemos mucho en los jóvenes: cada vez ven más claro que no tendrán el mismo trabajo estable durante toda la vida, sino que tendrán que ir adaptándose constantemente", completa Blánquez.
Hoy, uno de cada cinco estudiantes de máster del sistema universitario catalán tiene más de 40 años, según datos del Idescat. Sin embargo, ahora se les abre una nueva oportunidad de entrar en las aulas a través de las microcredenciales. el objetivo de adaptarse a las demandas cambiantes del mercado laboral, la evolución tecnológica y las tendencias del sector.
Un plan específico y ayudas
Coincidiendo con el estallido de las microcredenciales, el gobierno ha presentado en las últimas semanas el plan Microcreds.cat, para continuar incentivándolos. "Tiene el objetivo de tejer una red robusta y capilar de formación a lo largo de la vida, con visión territorial y vinculada al tejido productivo", explicó Núria Montserrat, consejera de Investigación y Universidades en el marco de una jornada organizada por la Diputación de Barcelona. De hecho, el diálogo constante con el mundo empresarial es una de las piedras angulares que determinarán el éxito de la apuesta por las microcreenciales. "Son las empresas e, incluso, las asociaciones, las que nos exponen sus necesidades a la hora de captar nuevo talento y, desde la universidad, les podemos preparar un curso a medida", confirma Blánquez, de la Escuela de Formación Permanente.
Aparte del plan para desplegar las microcredenciales en Cataluña, el alumnado puede hacerlo con un precio rebajado. Los estudios están financiados con fondos públicos Next Generation, que subvencionan el 70% del importe del programa formativo en caso de tener entre 25 y 64 años. El alumnado sólo tiene que pagar el 30%.
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