Atentos a esta campaña

De acuerdo con la mayoría de encuestas publicadas hasta ahora, al PSC, que va primero, parecía que le convenía hacer el papel de fuerza tranquila (el talante de alto funcionario del candidato ayuda mucho) y que al final saliera a escena el presidente español Pedro Sánchez a realizar la magia habitual en forma de promesa de mejora de la financiación de la Generalitat. Pero después del anuncio de Sánchez, acabe como acabe, el PSC se verá abocado a ponerle más emotividad porque, ahora más que nunca, un voto a Illa es un voto a Sánchez.

A Esquerra, claro, le conviene agitar la campaña, porque la demoscopia lo sitúa más cerca de la tercera plaza que de la segunda. Igual Aragonès recupera una frase de la campaña del 2021: Illa “es el candidato del PSC, PP, Cs, Vox, Moncloa, el Ibex 35 y el TSJC”. Pero el problema de Esquerra no acaba con Illa, sino que antes está Puigdemont, que acaba de recibir el apoyo del president Pujol ("Ahora toca Junts. Y votaré a Puigdemont"), es un político que toca la guitarra eléctrica y que tiene quince días para desmentir las encuestas.

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Pero por mucho que los sondeos estén coincidiendo en los grandes números, solo son encuestas y el resultado de verdad lo daremos nosotros, el cuerpo electoral. Tengan por seguro que hay distancias que se pueden acortar, que habrá partidos que entrarán o no en el Parlament por pocos miles de votos, y que esto puede cambiar el panorama de arriba abajo, y, si no, que se lo pregunten a Pedro Sánchez en la noche de julio que descubrió que si contaba con los famosos siete escaños de Junts, él, que había perdido ante Feijóo, podía ser investido. Lo más probable es que cueste formar gobierno, pero tanto si cuesta como si no, los pactos a los que se llegue en nombre de la gobernabilidad disgustarán a parte del electorado y pueden tener consecuencias en el futuro. O sea que valdrá mucho la pena seguir esta campaña.