Los chistes de Eugenio

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01. David Verdaguer es Eugenio en Saben aquél. 02. David Trueba y David Verdaguer. 03. Carolina Yuste a Saben aquél.

A propósito de la película de David Trueba sobre Eugenio, que iré a ver, me pongo a pensar que se han dejado de contar chistes. Cuando hacíamos BUP, de eso hace ya treinta años (de todo hace treinta años), en cada cena se contaban. “¿Sabéis ese?”, preguntaba el explicador, primero. Y es por eso que Eugenio cogía la pregunta, en este caso retórica, para empezarlos todos. Como ocurre con los cuentos infantiles, aunque te lo supieras, te gustaba oírlos. Todos habíamos oído muchas veces el "¿Hay alguien más?" del Eugenio. Algunos tenían más gracia que otros explicando, y algunos no se acordaban nunca. Había médicos, matrimonios, monjas y curas, de gangosos. Yo no entendía exactamente qué quería decir ser gangoso, no sabía si el término existía de verdad, y lo busqué en el diccionario. Quería decir hablar con voz de nariz por un defecto. Y si yo era gangosa? Había los “Se abre el telón”, que tanta gracia me hacían, y estaban los de "Mamá, mamá...", que eran una categoría en sí mismos, porque siempre era un niño que se quejaba a la madre de lo que le decían en la escuela (me llaman cabezudo, me llaman despistado) y la acción siguiente siempre confirmaba que efectivamente lo que le decían en la escuela era cierto.

Nos preguntábamos de dónde salían, quién se les inventaba, cómo se transmitían. Sabíamos que esto, “contar una pequeña historia que por su final hace reír”, se ha hecho siempre, desde los griegos. El ritual del “Son dos que se encuentran por la calle y uno le dice al otro...” se ha perdido. Se ha perdido, también, no lo negaré, cierta mordacidad en nuestros diálogos cotidianos, la broma por la broma. No sé si es por la pérdida de ingenuidad de todos, no sé si es porque los mems han sustituido estas ganas que la mayoría tenemos de hacer reír a los que nos rodean.

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