Una doctora examina a Jana Ayad, una niña palestina desnutrida, en un hospital de campaña del International Medical Corps en Deir Al-Balah, en el sur de Gaza.
25/07/2025
1 min

La memoria del dolor atraviesa las generaciones. Que el abuelo fuera azotado por la Guardia Mora de Franco hace sentir una cierta sensación a la espalda de los nietos, al igual que notas las gafas que tenías, a modo de diadema, en la cabeza cuando te las quitas de allí.

Todos los judíos llevan a la memoria el momento más terrorífico de la historia del mundo, por metódico y planificado: el Holocausto. Cerrar adultos y niños en campos de concentración, hacerles trabajar de forma arbitraria (quien recuerda la magnífica Bent, de Martin Sherman, con los dos prisioneros trasladando piedras de un lado a otro, letal y absurdamente?) y matarlos de hambre. decir, que habría quien negaría o "matizaría" el Holocausto!

Ahora las vemos en Gaza. israelíes, limpios de aquellos famélicos de Auschwitz, de Mauthausen, de Gusen (éste, una presunta tetrica enfermería), de Ravensbrück (este, de mujeres) no noten, ahora, la memoria sobre el cuerpo de aquellos cadáveres y aquellos supervivientes, me parece inconcebible. ¿Por qué matarles de hambre, cómo mataron de hambre a los suyos? ¿Cómo no recordar estas imágenes? ¿Cómo no tenerlas siempre presentes? ¿Qué les falta a estos niños estirados en los hospitales (que rápida es el hambre y su efecto), por ser como aquellos otros que hemos visto en los documentales y también en las películas? Seguramente sólo un uniforme de rayas. Éstos, ni literatura tendrán.

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