Joan B. Culla, en la galería de los grandes historiadores catalanes

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Joan B. Culla, en la Sala de Grados de la Facultad de Letras de la UAB, durante su última lección magistral

Ha muerto nuestro amigo y compañero Joan B. Culla, después de una larga enfermedad que él mismo ha afrontado con una lucidez y serenidad admirables. Dejó una muestra contundente y definitiva el pasado 21 de septiembre, en el acto que el diario ARA, el propio CCCB y un grupo de amigos encabezado por Borja de Riquer le dedicaron. Unas últimas palabras públicas impecables.

Ha muerto pocos meses después de su jubilación burocrática y una última lección magistral, en la Sala de Grados de la Facultad de Letras de la UAB, sobre los inicios del conflicto árabe-israelí; era en junio de ese año. El último artículo en el ARA, ya en octubre, también lo dedicó a este conflicto.

Más de cuarenta años de docencia en la UAB, tanto en la Facultad de Ciencias de la Comunicación como en Letras. 10.000 alumnos, como mínimo. Una docencia impecable, elegante, ordenada, exigente, de altísimo nivel, reconocida por casi todos los alumnos que pasaron por sus aulas.

Elegante en las formas, con un trato exquisito, un excelente compañero, un excelente lento amigo para muchos de nosotros y, sobre todo, una gran persona. Si se le puede definir con una palabra, sería compromiso: con sus alumnos, con su trabajo docente y de investigación, con sus amigos, con Imma, con la cultura de este país, con ese país y los tiempos que le ha tocado vivir.

Un historiador de un rigor, una solvencia y una seriedad extraordinarios. En el acto de homenaje al CCCB, Borja de Riquer le definió como el "historiador del presente" más importante que ha dado este país. Ciertamente, sus últimos trabajos sobre el panorama político catalán del posfranquismo (sobre las derechas espanyolistas en Cataluña, ERC, etc.) justifican plenamente esta definición. También las docenas y docenas de artículos en la prensa, donde lo político del momento era explicado a partir de un conocimiento profundísimo de la historia previa de aquel acontecimiento. Esto sólo podía hacerlo un historiador de primer nivel y, a la vez, analista implacable del presente y del pasado más inmediato.

También era uno de los mejores especialistas en la historia contemporánea de Cataluña, del siglo XX y de las culturas republicanas del primer tercio de siglo. Sus trabajos sobre el lerrouxismo o el catalanismo republicano siguen siendo de referencia inexcusable.

Nos ha dejado y ya lo añoramos. En noviembre de 1970, el doctor Jordi Rubió Balaguer dedicó un artículo a su amigo Ramón de Abadal, que acababa de morir: "Cuando Ferran Soldevila y Vicens i Vives eran las figuras sobresalientes de nuestra historiografía, Ramón de Abadal [ ...] hacía irrupción rodeado de una leyenda que le ponía en una categoría como quien dice fuera de concurso. [...] Pongámoslo, sin adjetivaciones, en la galería de los grandes historiadores de nuestra Cataluña".

Yo diría que Joan B. Culla, como académico, historiador, ensayista y analista político lleva mucho tiempo situado en "una categoría como quien dice fuera de concurso"; como amigo, sin lugar a dudas. Y, en definitiva, como historiadores de la Catalunya contemporánea, "pongámoslo, sin adjetivaciones, en la galería de los grandes historiadores de nuestra Catalunya". Un gran abrazo.

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