Es recomendable leer la entrevista al expresidente del Govern Balear Francesc Antich, hecha por la directora delAhora Baleares, Cristina Ros. Antich gobernó Baleares en dos legislaturas no consecutivas: de 1999 a 2003, y de 2007 a 2011. Fueron los dos primeros Pactos de Progreso, precedentes de los otros dos que presidió Francina Armengol, de 2015 a 2019, y de 2019 a 2023. El primer Pacto de 1999 fue ciertamente histórico, puesto que hasta entonces la comunidad autónoma de Baleares había sido gobernada únicamente por el PP, liderado por el muy poco honorable Gabriel Cañellas, que curiosamente cayó a consecuencia de un caso menor de corrupción , el del Túnel de Sóller. Un Aznar recién llegado a la Moncloa encontró que debía dar ejemplo: con el PP, a diferencia de lo ocurrido con Felipe González, no habría corrupción (risas enlatadas). El Pacto de Progreso inauguró la alternancia de gobierno en Baleares, y en cierto modo puede verse como un antecedente del primer tripartito de izquierdas en Catalunya, que se formó cuatro años más tarde.
En los últimos veinticinco años Baleares ha sufrido cambios espectaculares en cuanto a su demografía y composición social, y se han convertido en pasto del turismo de masas y la especulación urbanística. Pero su sociedad también ha evolucionado, se ha educado en democracia, ha madurado. Las recientes manifestaciones, dando respuesta a cada uno de los frentes involucionistas del gobierno de PP y Vox (la lengua y la escuela, la masificación turística, la defensa de la memoria histórica) son buenas expresiones.
Este proceso de mejoramiento democrático lento, pero cierto, empezó a hacerse notar con el primer Pacto de Progreso, que Antich, en la entrevista delAhora Baleares, califica de “absolutamente revolucionario”. Es un adjetivo abusado, pero sin duda significó un cambio profundo y positivo en muchos aspectos. Políticas sociales, políticas medioambientales, políticas educativas, políticas culturales y, por primera vez, políticas económicas que se atrevían a poner en cuestión la total hegemonía de los hoteleros (que se convirtieron, para el primer Pacto, en unos antagonistas mucho más demoledores que el PP) . Éstas, de hecho, han sido las señas de identidad de los gobiernos de izquierdas en Baleares, bastante más reformistas que revolucionarios. Los blogs también han quedado bien definidos: por un lado, la derecha (que tradicionalmente era el PP, y después ha sido PP más Ciudadanos o PP más Vox); y, por otro, los combinados de izquierdas (el segundo Pacto sumó también a la derecha nacionalista de UM, y fue mal), que necesariamente incluyen el PSIB-PSOE (la formación a la que pertenecen tanto Antich como Armengol ) y también necesariamente Podemos (o la formación que esté a la izquierda del PSOE en el Estado en cada momento), así como los ecosobiranistas de Més por Mallorca, Més per Menorca y Gent per Formentera, que han tenido un papel absolutamente primordial en esta labor de enderezamiento democrático. El trabajo que queda por profundizar es enorme.